Brian Martel, uno de los fundadores de Gearbox, considera que los medios especializados no trataron justamente a Duke Nukem Forever en sus análisis, y cree incluso que lo usaron como un saco de boxeo con el que ensañarse.
"Los análisis eran un tanto cáusticos", ha dicho Martel, quien aseguró que no comprendía "de dónde salía la rabia" contra el juego. Eso le lleva a concluir que el juego no fue analizado justamente.
Sí cree que el tipo de humor irreverente del juego pudo jugar en su contra, pero defiende que era la visión de los creadores originales del título. "Dejamos que el juego fuera lo que se suponía que tenía que ser."
En todo caso, la compañía seguirá apostando por la saga y "puedo asegurar que no habrá que esperar otros quince años antes de ver otra entrega."