Sony ha conseguido su primera victoria legal en referencia a la piratería de PlayStation 3, en forma de una restricción judicial contra George Hotz.
Un juez estadounidense ha ordenado a Hotz que cese en sus actividades, prohibiéndole seguir progresando en el proceso de hackeo de la consola de Sony. Además, de acuerdo a la misma orden judicial, Hotz debe entregar sus ordenadores, discos duros y demás dispositivos de almacenamiento de datos al equipo legal de Sony.
De hecho, el juez ha aceptado con levísimas modificaciones la solicitud de orden de restricción presentada por los abogados de Sony. El juez considera que estos pasos eran "necesarios para prevenir daños inmediatos e irreparables" a la compañía. Además, adelanta que considera que Sony tiene razón en sus alegaciones de acuerdo a la legislación vigente en EE.UU.
El abogado de Hotz alegó que tras haberse liberado en Internet las claves de seguridad de la consola la orden de restricción no tendría ningún efecto, ni conseguiría prevenir nada, pero el juez falló a favor de Sony.
