Crónica: RetroMadrid se queda pequeña en su primer año en la nueva ubicación

Música, conferencias, homenajes y muchas historia en la edición de este año.
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El éxito de las anteriores ediciones de Retromadrid ha llevado a los organizadores, la Asociación de Usuarios de Informática Clásica (AUIC) a buscar un cambio de sede, pero la primera vez que la feria se ha celebrado en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense de Madrid ha quedado patente que es necesario realizar más cambios.

La elección de la nueva sede ha demostrado ser todo un acierto; Retromadrid ha contado con el apoyo de La universidad, de asociaciones como Game, dentro de la propia facultad, y de empresas como Nintendo, pero ha sido el público quien le ha dado el espaldarazo más consistente. Durante las primeras tres horas más de mil personas entraron en la facultad para acercarse a los videojuegos retro. La cantidad llegó a 1.600 a las seis de la tarde, cuando todavía faltaban dos horas y media llenas de actividades. Y no es sólo una cuestión de tiempo, algunos de los asistentes lamentaban que algunas conferencias y actividades se solapaban, por lo que tendrían que decidir a cuál asistir.

Rafael Corrales, presidente de AUIC reconoce que el evento se ha quedado pequeño "el primer año que lo organizamos aquí. El año pasado estábamos en un centro cultural de barrio y eso sí que era pequeño. Teníamos 400 metros cuadrados, por eso cambiamos". De hecho, apunta que es posible que el año que viene se amplíe el número de días. Este año el concierto el viernes de Wicked Wanda supuso un prólogo a Retromadrid y es posible que en 2011 las actividades se extiendan desde el viernes al domingo, algo "en lo que la mayoría de los expositores está de acuerdo", pero también considera que hay que tener cuidado en que "la feria sigue siendo algo altruista para que no se convierta en lo que no es".

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El programa de actividades no decepcionó . Algunas conferencias, como la de "Protecciones en los videojuegos de 8 bits" tuvieron llenazo absoluto para ver cómo Abraxas "jugueteaba" con Nonamed. Otas, como la titulada "25 años de Windows, una perspectiva histórica" tuvieron menor asistencia, pero un contenido igualmente interesante.

Hubo lugar para momentos emotivos, como el homenaje de Retromadrid al profesor José Solé Forés, uno de los primeros profesores de lo que ahora conocemos como Facultad de Informática y entonces se denominaba Enseñanza Automática, allá por la década de los 50. Solé Forés recogió una placa y se disculpó por no dar un discurso "pero no sé hablar", dijo. La AUIC homenajeó también al catedrático emérito Antonio Vaquero por su implicación y apoyo en la feria.

La jornada de tarde empezó con la larga charla de "Expogames: historia del videojuego". Expogames es una feria retro que se celebra en Murcia que ha dejado de celebrarse este año para preparar en 2011 una muestra reforzada y más potente.

Pero el verdadero protagonista de la jornada vespertina fue Mario. Los miembros de AUIC participantes estuvieron vestidos de Mario todo el día, pero la estrella de Nintendo en persona asistió a la conferencia "Mario, quién te ha visto y quién te ve… del andamio a las 3D, a cargo de Jesús Fabre, de AUIC, en la que se repasó la evolución del personaje más conocido de Nintendo. Al final de la conferencia Mario apagó las velas de su tarta y presenció la interpretación de Mushroom Suite cargo de Luis Miguel García Bailón y Victor Barbero, 1UP duet, en el que la música acompañaba a un vídeo de las aventuras de Mario. La obra forma parte de la experiencia Wearable_Supernow, de Paola Tognazzi, que consiste en que los músicos se colocan un brazalete que detecta el movimiento como el mando de Wii, de forma que al mover el brazo para tocar el violín o el chelo suenan aleatoriamente sonidos típicos de los videojuegos de Mario.

El cumpleaños de Mario terminó con una sorpresa: la actuación de unos admiradores del personaje que habían preparado un baile Freestyle que combinaba break dance con una coreografía que parecía sacada de un título de Mario.

Además de los actos puntuales, los asistentes podían participar en diversos talleres y probar videojuegos antiguos llevados por las empresas expositores, visitar el Museo de Informática García Santesmases ubicado en la Facultad de Informática, tomar parte en un concurso de varios dispositivos retro, e incluso comprar no sólo juegos antiguos en cartucho y cinta sino títulos programados actualmente para Spectrum y MSX.

Sara Borondo
Redactora

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