John Carmack, creador de juegos como Wolfenstein, Doom o Quake, ha afirmado, en declaraciones a CNN Money, que considera que la situación de la industria de los videojuegos es difícil dado el elevado coste de realizar un juego para consolas o PC, por encima de los veinte millones de dólares, y no acaba de compartir algunas de las soluciones empleadas para rentabilizar desarrollos, como el sistema de lanzar juegos por episodios, ya que podría representar incluso un coste mayor.
Además, dados los riesgos económicos, es cada vez más difícil encontrar títulos originales en el mercado, algo por lo que él asume su parte de responsabilidad, ya que su compañía, id Software, también ha lanzado múltiples secuelas, aunque también señaló que las continuaciones de juegos tienen sus ventajas, porque el público ya las conoce y sabe que encontrará en ellas lo que busca, siendo, por tanto, rentables.
Johan Carmack ha creado el juego para teléfonos móviles Orcs and Elves (su primer desarrollo para este soporte fue un juego de rol ambientado en Doom), y cree que en el futuro se tratará de crear nuevas marcas para soportes económicos, en concreto los teléfonos móviles, de manera que si alguna funciona en ese mercado, se pueda proyectar un título mayor para otra plataforma.
Carmack se encuentra trabajando, en estos momentos, en Enemy Territory: Quake Wars y la próxima entrega de la serie Wolfenstein, y está proyecto una secuela para Orcs and Elves, que se ha convertido en el primer título original de la compañía desde 1996.
