La polémica sobre videojuegos violentos no parece que vaya a descender su intensidad. El último juego objeto de controversia es True Crime 2: New York City, secuela del título de acción de Activision que estará en las tiendas en el mes de noviembre.
Los oficiales de policía del juego entrar en apartamentos sin órdenes de registro y asaltan e intimidan a sospechosos, lo que ha hecho que Raymond Kelly, representante del sindicato de la policía de Nueva York, haya criticado públicamente el juego y dicho que "Falta al respeto a los policías y está hecho con muy mal gusto".
Kelly ha pedido a los actores de Hollywood implicados en el doblaje del juego (Christopher Walke, Laurence Fishburne y Mickey Rourke, entre otros) que devuelvan sus salarios, y ha criticado a algunos de los asesores de la producción, que anteriormente eran policías. Bill Clark, uno de ellos, ha respondido que solo se trata de un videojuego, no de un vídeo de entrenamiento, y que "el sindicato debería preocuparse de hacer que los policías ganen más de 25.000 dólares al año como salario inicial".