Hasta hace unos años era una proeza ser un pequeño desarrollador independiente, pero la distribución digital y las facilidades de publicación que los fabricantes dan actualmente han permitido el florecimiento de los estudios más pequeños, como los que nacen cada año dentro de los másteres de videojuegos de U-tad.
Los cursos de postgrado no son sólo para alumnos que acaban de terminar su carrera. U-tad ha querido mostrar como el alumnado puede provenir de otros ámbitos o estar ya desarrollando una trayectoria profesional, y cursar un máster permite a una persona dar un nuevo rumbo a su vida, y ha difundido un vídeo en el que hablan de su experiencia algunos de los desarrolladores de Intruders: Hide & Seek, un juego de miedo que se podrá jugar en realidad virtual o a la manera tradicional en PlayStation 4 antes de que acabe el año.
En Intruders: Hide & Seek el jugador controla a Ben, un niño de 13 años que ve como una noche un grupo de desconocidos asalta su casa y mantiene retenida a su familia. Ben logra escapar del control e intentará rescatar a sus padres y saber qué mueve a los secuestradores sin que estos lo detecten.
De ser ayudante de dirección de un hotel a recoger un premio internacional
Esta historia y el reto de llevarla a la realidad virtual (aunque también podrá jugarse sin las gafas de realidad virtual) lo que atrajo al grupo de estudiantes que formaron Tessera Studios dentro de los másteres de Programación de Videojuegos, de Game Design y de Diseño Visual de Videojuegos deU-tad. Para alguno de ellos este paso supuso una ruptura con una trayectoria muy diferente: Pablo Lafora estaba hace año y medio trabajando como ayudante de dirección en un hotel "enfocado en una carrera que no me satisfacía", dice, y decidió cumplir su ilusión de desarrollar videojuegos. Hace algo más de un mes el ahora diseñador de juego recogió el premio al Gaming Pitch dentro del festival SXSW de Austin (EE.UU.), un certamen que premia a los proyectos más innovadores de todo el mundo en el ocio electrónico.
No es el único caso, ni siquiera el más llamativo. Miguel Domínguez era el encargado de una ferretería y de ahí saltó a desarrollar el diseño visual de Intruders y Marcos Neila dejó el puesto de director creativo de una agencia de comunicación para diseñar la moderna y espaciosa casa en la que se desarrolla el juego y a sus protagonistas.
Los integrantes del estudio cuentan en el vídeo como, aunque algunos ya tenían una carrera, sentían que lo suyo eran los videojuegos, y decidieron emprender ese cambio. Lo cierto es que se han iniciado en los videojuegos con éxito. El premio SXSW ha sido el último que ha recibido Intruders, pero antes consiguieron los premios PlayStation a Mejor Juego para la Prensa y Mejor Juego del Año 2016, y Mejor Proyecto Universitario en el Festival Fun and Serious 2016.
Aquí tenéis el vídeo completo en el que los integrantes de Tessera Studios cuentan lo que ha supuesto para ellos Intruders y su paso por U-tad.
