El pasado mes de octubre un hombre que era un fan de Pokémon Go fue asesinado en el Reino Unido; ahora el agresor ha sido condenado a cadena perpetua. Sin embargo, pese a que la víctima era aficionada a este título para móviles, el juego no tuvo ninguna relación con las circunstancias de su muerte.
Ahora han quedado probadas en el juicio dichas circunstancias, y aunque medios amarillistas británicos habían intentado poner en el punto de mira al videojuego de Niantic Labs, este no está relacionado en absoluto con el lamentable suceso.
Fue estrangulado por un amigo de su exnovia
John Dickson atacó a Carl Gregory (en la foto) en el aparcamiento de un centro comercial en Broadstairs (Kent) estrangulándolo durante al menos dos minutos, lo que le causó la muerte.
Aunque el uso del juego por parte de la víctima ha sido explotado por diversos medios, en realidad el título no ha tenido nada que ver con los motivos de la agresión. Gregory había tenido una discusión previa con su asesino y otro hombre, Christopher Pollard (que ha sido declarado no culpable de agresión).
El motivo de la pelea entre los tres fue que Carl Gregory había publicado una imagen que consideraron ofensiva en relación con su expareja, Chloe Lemare. Además, había llamado a Lemare fulana ("slag") en la red social.
En el juicio se destacó que Dickson tenía antecedentes por un intento de agresión tras disparar a una persona a la que no conocía de nada con una pistola de aire comprimido, hiriéndole en el rostro.
La juez advierte sobre las redes sociales
La juez Adele Williams, que ha condenado a cadena perpetua a Dickson (quien podrá optar a una revisión de condena dentro de 18 años), ha advertido sobre los peligros de las redes sociales. "Ha sido un asesinato sin sentido. Tomó la decisión de estrangular a Carl Gregory apretándole el cuello durante unos dos minutos. Sabía exactamente lo que estaba haciendo y lo peligroso que era", ha dicho la juez, quien da por probabdo que "fue la compresión en el cuello lo que lo mató. Luego, gratuitamente y con agresividad le golpeó en la cabeza. Esto se grabó por las cámaras de seguridad con claridad. Dejó a Carl Gregory en la escena del crimen, no intentó ayudarle y no avisó a nadie".
Para Williams, "este caso ilustra algunos de los peligros que afronta la gente joven al usar medios sociales. Muestra cómo una discusión puede crecer y volverse desproporcionada por completo por la velocidad de las comunicaciones".
La juez considera que Dickson tomó la decisión de matar a Gregory durante la discusión, por lo que ve intencionalidad en las acciones de Dickson, sobre todo porque siguió estrangulándolo incluso después de que quedara inconsciente.
La afición de la víctima a Pokémon Go fue empleada por medios sensacionalistas del país cuando se produjo el caso, intentando vincular el videojuego con el crimen. Como muestra la sentencia de la juez Adele Williams, no hubo relación entre el videojuego y el asesinato.
Carl Gregory padecía síndrome de Asperger y trastorno por déficit de atención con hiperactividad, como reveló su familia a los medios tras su asesinato.
