Un vecino de Colorado, Estados Unidos, asegura que su Wii ha quemado su hogar, una autocaravana en la que vivía.
El afectado explica que estuvo viendo Netflix en su consola, algo que hacía habitualmente, y que luego la apagó con normalidad –dejándola conectada a la corriente– y se fue de casa. Una llamada lo alertó del incendio a su retorno, pero ya era demasiado tarde para hacer nada.
Al parecer, los investigadores están de acuerdo con las declaraciones del propietario de la consola, y parece ser que una chispa proveniente de la consola prendió telas cercanas y acabó por destruir prácticamente todas las pertenencias de la víctima.
Obviamente, con más de 100 millones de Wii en el mundo, éste es un caso muy particular, y no es, ni mucho menos, algo habitual.