Harvey Eagle, jefe de marketing de Xbox en el Reino Unido, ha afirmado que la diferencia de resolución entre juegos multiplataforma de PlayStation 4 y Xbox One, problema bautizado como "resolutiongate", ha generado la sensación de que una consola es más potente que la otra, y que, por lo tanto, es algo muy importante para Microsoft.
"Creo que es un desafío de percepción desde luego. Si pones los juego 'third-party' uno al lado del otro, funcionando a diferentes resoluciones o 'framerates', a menos que uses una pantalla de más de 60 pulgadas, te desafío a que veas la diferencia. Personalmente, a mí me cuesta mucho verla", aseguraba.
Eagle asegura que con decisiones como liberar ese 10 por ciento de la GPU dedicados a Kinect están decididos a solucionar este problema, y a hacer que los juegos de la nueva máquina funcionen a la mayor resolución y tasa de imágenes por segundo posible.