DICE evaluó retrasar el desembarco de Battlefield 4 en Xbox One y PlayStation 4 debido a los problemas que se encontraron durante el desarrollo de estas versiones al enfrentarse a un nuevo hardware y, en particular, los problemas derivados de los cambios en las especificaciones de las consolas que iban experimentando las consolas según avanzaba su diseño por parte de Sony y Microsoft.
Según ha explicado Patrick Bach, productor ejecutivo, el estudio evaluó serieamente retrasar la aparición del título porque "había muchos problemas con los cambios" en los diseños del hardware de las consolas durante su fase de diseño.
Esto hubiera implicado retrasar el juego más allá de la ventana de lanzamiento tanto en Xbox One como en PlayStation 4, aunque lograron superar todos los problemas y tenerlo listo para finales de noviembre, cuando las consolas debutarán en Europa y América.
"Hemos sido muy agresivos con Battlefield 4 al estar determinados a hacer que fuera un juego de lanzamiento", explica Bach. "Creo que la gente no se da cuenta de lo duro que es crear un juego mientras, al mismo tiempo, se está creando el hardware". Según expone Bach, "todo es muy complicado" porque ambas partes -desarrolladores de juego y diseñadores de hardware- tienen que ponerse de acuerdo en muchas cosas y alcanzar múltiples compromisos.
"Sabíamos que iba a ser un reto duro, pero la gente cree, desde fuera, que porque va a ser un juego de lanzamiento, es fácil hacerlo", expone.