Según informa el rotativo francés Le Figaro, una jubilada del país galo ha demandado a Nintendo porque considera que la compañía ha plagiado con la Wii Balance Board un invento suyo. Demanda una compensación de 22 millones de euros.
Nicole Walthert, terapeuta y osteópata jubilada francesa de 75 años y residente en Orléans, explica que en 1986 obtuvo una mención, la medalla de bronce, en un concurso de la asociación nacional de inventores de Francia, Lépine, con un aparato que era una tabla para indicarle a las personas si su posición era correcta o no al estar en vertical. Ese mismo año registró la patente, que caducó a los 20 años. Por esa razón, en 2006 solicitó el registro del mismo en la Oficina Europea de Patentes con una versión revisada de su mismo aparato con el nombre comercial de Lift-Gym. La resolución de esta patente podría llegar en 2014, según le comunicó el organismo en carta remitida el 1 de julio.
Según ha explicado Walthert al medio francés, vendió 2.000 unidades de su invento, destinado a ayudar a que los pacientes que trataba como terapeuta pudieran mantenerse en pie en una posición correcta a la hora de hacer ejercicio. Walthert alega que es la misma función de la Wii Balance Board, un accesorio en forma de tabla que es una báscula y que determina el centro de gravedad del usuario, lo que se ha usado en juegos como Wii Fit. Incluso alega que Nintendo ha plagiado el manual de usuario del periférico.
El abogado considera posible un acuerdo amistoso
Según su abogado, Philippe Fouché, es posible que "Nintendo solicite la anulación de la patente o que busque una solución amistosa". La anciana ha invertido desde 2010 más de 50.000 euros en esta batalla legal, según ella misma explica. Para la terapeuta, que afirma que Nintendo ha vendido 22 millones de Wii Fit, es también una cuestión nacional ya que, indica, "si obtengo un euro de cada venta, estaría compensada. Y voy a pagar impuestos sobre ese dinero. Por lo tanto, ¡Francia va a perder dinero!", razón por la que ha intentado contactar infructuosamente con el ministro de Industria galo, Arnaud Montebourg.Si la patente no consigue el aprobado europeo, su demanda no tendrá base legal; en cambio, si le es concedida, la demanda contra Nintendo podría prosperar. "Si me hubieran pedido comprar mi patente, se la habría vendido al precio de un estudio", afirma la jubilada, que teme que la compañía busque dilatar los procesos legales lo máximo posible: "Nintendo juega con el tiempo, saben que nací en 1938".
Nintendo, que como la mayoría de las corporaciones mantiene una política de no comentar casos legales que están en curso, no ha realizado declaraciones al medio francés sobre esta cuestión.
