Jeremy Pope es un exmiembro de Rockstar que ha trabajado en varias entregas de la saga Grand Theft Auto y que, de hecho, ejerció como productor en Grand Theft Auto: Vice City. Ahora, Pope ha dejado la compañía, fundado su propio estudio, y asegura que no volverá a trabajar en juegos violentos.
"Siempre defenderé el tipo de juegos que hacíamos y yo estaba orgulloso de ser parte de ello, pero cuando iba a visitar a mi abuela... y tenía que explicarle cómo me ganaba la vida, no me sentía tan bien diciéndole que yo era parte de 'ese juego' del que habían oído hablar", ha explicado Pope, en referencia al impacto familiar que tuvieron las polémicas sobre la saga en los medios de comunicación.
Pope reconoce que los juegos de la compañía son "obras de arte" que "exploraron el límite" de los videojuegos, por lo que admite que el impacto en los medios fue quizá exagerado.
Ahora, Pope ha fundado Rally Games donde "lo que intentamos es explorar el enfoque social. Creo que lo que más disfruto de los juegos es interactuar con otras personas, su multijugador". Según explica, "se trata de una cuestión personal sobre trabajar en proyectos que puedan hacer sentir un poco mejor."
El compromiso asumido por Pope es no volver a trabajar en juegos violentos.
