Análisis de LocoRoco Remastered (PS4)

El apoyo de Sony a PS Vita con producción propia apenas duró los primeros años de la plataforma y la portátil cayó en un círculo vicioso: pocas ventas por falta de catálogo propio y poca justificación para lanzar software por su mercado reducido. Algunas editoras japonesas todavía apoyan a PS Vita con nuevos lanzamientos, pero hay que reconocer que Worldwide Studios se desentendió rápido del sistema.

La historia era muy diferente con PSP. Hace una década Sony se aseguró poner un pie en el sector de las portátiles con múltiples juegos nuevos, sagas clásicas y superproducciones. No sólo era capaz de lanzar dos God of War, rescatar a Daxter, Ratchet & Clank o Syphon Filter, sino también arriesgar con propuestas muy diferentes a todo lo que habían hecho hasta entonces. Y Locoroco en 2006 se convirtió en uno de los primeros emblemas de la consola.

El primero de la saga llega ahora a PlayStation 4 remasterizado, y es uno de los tres títulos que Sony anunció en PlayStation Experience para ser revisado; Parappa the Rapper (PlayStation) se puso a la venta el pasado mes, ahora lo hace LocoRoco y ya sólo resta por lanzar el juego de estrategia y ritmo musical Patapon, otra de las joyas que recibió PSP –en este caso, de 2008-.

Controlas el mundo, no a LocoRoco

Vamos a repasar brevemente en qué consiste LocoRoco. Os recomendamos el análisis del original para más información.

Esta aventura está protagonizada por unos seres con aspecto circular, los LocoRoco. Ellos y sus amigos los Mui Mui viven en armonía con la naturaleza hasta que una serie de criaturas oscuras invaden su hogar. ¿Podremos ayudar a estos seres a recuperar su tranquilidad?

El cuerpo de los LocoRoco es flexible, de aspecto gelatinoso, y tienen una característica especial: pueden dividir su cuerpo según el número de LocoRoco que poseen. Empezamos con uno pequeño que se va alimentando de unos frutos, algo que aumenta su tamaño y la cantidad de compañeros en los que puede dividirse. Con un pequeño toque al botón círculo un gran LocoRoco se rompe hasta en dos decenas individuales, y al mantener pulsado círculo se van fusionando en uno.

Esta mecánica tiene sentido al ver el objetivo del juego: llevar las criaturas, el máximo posible, al final del escenario. La forma unida es la más cómoda para trasladar a los LocoRoco, sin embargo el trazado nos presentará a menudo túneles estrechos donde será necesario separar al grupo para poder pasar.

Naturalmente hay peligros con formas puntiagudas, corrientes de aire que elevan a los LocoRoco y otros gadgets, pero a decir verdad, no se trata de un juego excesivamente complejo, no al menos en lo que respecta a superar sus cinco mundos con ocho fases cada uno. Se ideó para portátil y cada nivel nos puede llevar unos pocos minutos sin demasiados sobresaltos.

El reto en el juego se encuentra en buscar todos coleccionables. De esos 20 LocoRocos aproximadamente la mitad son fáciles de conseguir, mientras que el resto requieren tomar caminos un poco ocultos o romper paredes. Más de una vez terminarás la fase con siete criaturas y te preguntarás dónde se encontraban el resto.

La conclusión es que el juego no termina al completar el último nivel. Seguramente habrás perdido algunos LocoRoco en tus partidas y necesitarás dar una segunda o tercera vuelta. Parte de su gracia se encuentra en que es un juego que se adapta a la habilidad de los jugadores de todas las edades: los más jóvenes podrán disfrutar de un control sencillo y los más veteranos irán por todos los coleccionables –LocoRoco, Mui Mui, objetos para decorar un hogar o ítems para participar en minijuegos-.

La otra particularidad de la saga está en controlar el escenario. Con los gatillos L1 y R1 inclinamos la pantalla hacia un lateral, y con los dos simultáneamente cargamos el salto. Por la novedad al principio cuesta un poco acostumbrarse pero luego se hace más intuitivo. Por todo esto, el género de las plataformas es el que mejor encaja para LocoRoco pero con muchos matices, puesto que los saltos no son la mecánica principal del juego.

LocoRoco fue la mascota de PSP durante muchos años y cosechó un éxito suficiente para recibir secuelas. Sus llamativos gráficos –una explosión de color-, la carismática música –coros infantiles que van aumentando el número de intérpretes según los LocoRoco conseguidos-, la originalidad y por supuesto su calidad hicieron de la saga una de las primeras "compras obligadas" de PSP.

No estuvo exento de algunas críticas, las más obvias son la escasa dificultad o la ausencia de nuevas mecánicas que añadiesen variedad de movimientos a la exploración. Pero como hemos comentado, se hizo pensando para una portátil y partidas breves, no tanto para una sesión continuada de dos horas frente a la televisión, de ahí su desarrollo basado en la rejugabilidad.

La remasterización

Que el juego no utilice sprites -imágenes- sino formas vectoriales es una gran ventaja para la remasterización, ya que el resultado es una imagen clara y limpia en todo momento, a 1080p o resolución 4K en PS4 Pro. No importa que la cámara se acerque mucho a los personajes, siempre se verá bien salvando las escenas de vídeo –nativo de PSP-.

A diferencia de otras revisiones –caso de Parappa-, los gráficos no han envejecido nada y no refleja que su origen sea portátil; nunca ha sido un juego que muestre músculo técnico, todo se apoya en el arte minimalista.

El equipo ha aprovechado para añadir algunas pequeñas novedades con su salto al DualShock 4, como el uso opcional del sensor de movimientos para inclinar la pantalla –PSP carecía de esta posibilidad- y saltar –mover el pad hacia arriba-. Simplifica todavía más el número de botones a usar, pero en la parte de plataformas no es tan preciso; queda a elección de los jugadores elegir uno u otro con la pulsación del panel táctil. En ocasiones puntuales también sonarán los coros por el altavoz del DualShock 4.

Conclusiones

LocoRoco es un entrañable título tan fresco hoy como hace diez años. Incluso si no eres muy aficionado a la remasterización de juegos, no puedes negar el valor de adaptar por primera vez un título de la saga a un sistema doméstico. PSP guarda auténticas joyas que merecen una segunda oportunidad, y precisamente LocoRoco y Patapon son de las sagas que más justifican el relanzamiento en PlayStation 4 porque no nada similar en el mercado actual.

Como aspecto a mejorar citamos el mismo que con PaRappa The Rapper Remastered: hablamos de un único juego remasterizado. Es una oportunidad perdida para incluir su secuela –para muchos, todavía mejor- y el contenido de Midnight Carnival o incluso el "salvapantallas interactivo" LocoRoco Cocoreccho! de PS3, aunque fuese a costa de elevar un poco el precio. Sería una lástima que LocoRoco 2 quedase sin el mismo tratamiento que LocoRoco Remastered.

Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Sony.