Análisis de Fenix Furia (PS4, Xbox One)

Puede que no os suene nada el equipo Green Lava Studios, uno de los pocos que tiene su base establecida en Costa Rica. Bien, pues este humilde estudio de desarrollo ha querido seguir la línea marcada por otros títulos de plataformas tan famosos como Super Meat Boy o N++ con su nueva producción, la cual lleva el nombre de Fenix Furia (antes denominado Fenix Rage, que apareció en PC hace ya algún tiempo).

Por lo tanto lo que nos ofrece este título es saltar sin parar en niveles diseñados con muy "mala leche", de esos en los que sufriremos lo suyo para alcanzar la salida de cada uno de ellos. Un verdadero desafío que seguramente entusiasmará a los jugadores más expertos y veteranos.

Saltos calculados al 100%

El protagonista de esta aventura plataformera que presenta su propio argumento y todo es Fenix, un personaje de apariencia algo complicada de describir que ha visto cómo su pueblo arde en llamas. Y detrás de todo parece estar el malo de turno que lleva por nombre Oktarus, personaje a quien es necesario tratar de alcanzar para darle su merecido… aunque nos va a costar muchísimo hacerlo, os lo garantizamos.

Una de las razones tiene que ver con la considerable extensión que nos ofrece el modo de juego principal, que aglutina una cantidad de fases que pueden contabilizarse por cientos (200). Dichos niveles resultan bastante cortos en su mayoría y, si se superan a la primera, pueden ser completados en tan sólo unos segundos… en teoría claro.

Pero ya os adelantamos que, salvo los primeros cuatro o cinco, a partir de ese instante empezaréis a morir una y otra vez. Y es que tenéis que tener muy presente que esta obra de Green Lava Studios ha sido diseñada precisamente para eso, es decir, para castigar de manera brutal el más mínimo fallo de precisión, cálculo o impaciencia por parte de los jugadores.

En esencia para acabar cada nivel debemos llegar hasta un portal azul que se encuentra situado en una posición determinada del escenario, la cual por cierto es posible encontrar fácilmente pulsando un botón. Lo que pasa es que para llegar hasta dicho lugar es necesario muchas veces hacer florituras y esquivar una cantidad tal de peligros que seguramente echarán para atrás a los jugadores menos hábiles. Enemigos que parecen de gelatina que con sólo tocarles nos mandan al punto de inicio de cada nivel, objetos que debemos destrozar porque cercan el camino, bloques de hielo, teletransportes y demás elementos hacen de cada nivel un verdadero desafío.

Hasta tal punto esta aventura plataformera de desarrollo 2D resulta complicada que sus desarrolladores, perfectamente conocedores de su exigente dificultad, han decidido premiar a los pobres usuarios que mueran cientos o, incluso, miles de veces con varios trofeos o logros que son desbloqueados precisamente por perecer sin parar. Y si encima queremos recoger una galleta cuadrada que se halla en cada fase y que muchas veces se encuentra situada en una zona realmente inaccesible, entonces ya ni os contamos. Masoquismo digital.

¿Queréis más? Pues entonces nos toca hablar de los ineludibles jefes de nivel, los cuales nos esperan al final de cada uno de los grandes mundos que alberga esta aventura. Si os sirve de consuelo, para nosotros dichos enfrentamientos, aun siendo complicados, muchas veces no lo son tanto como pueden llegar a serlo algunos de los niveles estándar que ostenta el título. Pero vamos, que en cualquier caso no es que sean precisamente facilitos.

Pero no todo es sufrimiento en esta producción. El sistema de control, por ejemplo, es una verdadera maravilla. Un botón nos permite saltar las veces seguidas que queramos (olvidaos del doble salto), aspecto que sin duda juega mucho a nuestro favor. Y por otra parte, con otro botón es posible realizar dash o desplazamientos rápidos en línea recta que nos permiten incluso destrozar ciertos obstáculos. ¡Y ya está! Más sencillo no puede ser y, además, su mayor virtud es que dicho manejo se comporta de manera perfecta durante todas las partidas. Si fallamos será culpa nuestra, no del juego.

Por eso mismo esta producción es bastante "selectiva" en cuanto al tipo de usuario al que va dirigida. Si lo vuestro no son las plataformas y, menos aún, los juegos complicados, olvidaos de este juego porque comparados con él, podemos aseguraros que gran parte de los juegos tipo Souls son un paseo en comparación. ¡Creednos! Pero claro, la otra cara de la moneda es que puede suponer un reto ineludible para los amantes simplemente de lo complicado, casi frustrante, que además encontrarán en este título más cera de la que arde.

Además del modo de juego principal el título presenta otras modalidades y opciones que prolongan todavía más su vida útil. Y una de ellas es su nuevo modo para dos jugadores, que se convierte en la mayor innovación en relación a lo experimentado en el juego original de PC. Undead Fenix se une al protagonista principal en duelos a pantalla partida que, según sus propios desarrolladores, han sido inspirados por títulos como Sonic The Hedgehog 2, ofreciendo carreras apasionantes en las que sólo puede ganar uno.

Y a esto se suman diferentes minijuegos (Birdball, Room, Cave, etc.) que es posible ir desbloqueando que rinden homenaje a las máquinas recreativas de los 80 principalmente, ofreciéndonos retos muy divertidos y desafiantes. No es que sean los mejores que hemos experimentado últimamente, pero resultan curiosos.

Para acabar, en términos gráficos se trata de una producción muy sencilla. Escenarios y personajes se muestran extremadamente simples y tan sólo destacan las animaciones del protagonista, así como la línea estética escogida por los diseñadores, que sin ser nada fuera del otro mundo por lo menos goza de mucha personalidad. Y el apartado sonoro sigue esta misma línea, con melodías locas y muy animadas que consiguen aumentar las pulsaciones de nuestro corazón y efectos más bien escasos pero bien realizados.

Conclusiones

Fenix Furia es una aventura de plataformas en 2D exageradamente complicada pero, a su vez, adictiva. Esa es la mejor forma de describir este seguidor claro del mencionado Super Meat Boy, título que supone un reto irresistible para los usuarios más hardcore, ya que el resto lo encontrarán imposible de superar. Así de simple.

Este análisis ha sido elaborado en su versión de PS4 con un código de descarga proporcionado por Reverb Games.