Análisis de Shining Soul (Game Boy Advance)

A los más culturizados del lugar les sonará el nombre de esta añeja saga de rol de Sega –Shining Force-, que hizo sus pinitos en la añorada Mega Drive, la maltrecha Saturn y la portátil Game Gear. Una saga que se ganó el respeto de toda la comunidad jugona del momento dada su notable calidad, precintada por un sistema de juego sencillo, atractivo y cautivador. Pues bien, ahora, ya en el 2003 y varios años después de aquel Shining Force, Sega se ha acordado de su vieja saga y la va a retomar con aires portátiles para la pequeña GBA. El título fue presentado en un ya lejano octubre de hace dos años, esta vez bajo el apelativo de "Soul" (alma) en convalidez de Force. Y desde entonces ya ha llovido, pero, ¿ha merecido la pena tanta espera?

Nada más comenzar la partida, y antes de nada, se nos aparece la posibilidad de elegir entre cuatro tipos de personajes: Guerrero, Mago, Arquero y Dragonute. Esto ya nos va dando una idea de por dónde van los tiros en el juego: un Action RPG de ir avanzando con tu guerrero elegido con objetivo de ir aumentando tu nivel de fuerza, conseguir nuevas armas, enfrentarte a los numerosos enemigos que se te crucen en el camino, y demás. Lo típico en esta clase de juegos, vamos: guerreros, magos, dragones y esas cosas.

Al principio de la aventura, lo primero que nos encontramos es con una misteriosa y bella jovencita tumbada en el suelo que nos invita a leer lo que ella en ese preciso momento estaba ojeando, un libro que cuyo interior parece abordar una vieja leyenda sobre una tierra llamada Rune:

"Érase una vez un Dragón Oscuro que, pretendiendo destruir el mundo, reunió al Ejército de la Oscuridad e iba a convertir la fértil tierra en una tierra yerma. El poder de la luz ha desaparecido. Aún en esos años de oscuridad, los cuatro elegidos del Ejército de la Luz partieron pues a luchar contra las fuerzas del mal."

El argumento está servido; la base: una guerra entre los ejércitos de la Oscuridad y de la Luz, éste último formado por los cuatro tipos de guerreros anteriormente mencionados y de los que tú harás manejo. Si bien el argumento no es realmente nada del otro mundo, también es cierto que a muchos les agrada este tipo de historias típicas y sencillas.

Pasando ahora un poco más a lo que es el juego, el sistema de control es sencillo y la mecánica del mismo se basa en un ya explotado "avanza derrotando a los enemigos que se te opongan en el camino, recogiendo ítems y aumentado tu nivel de fuerza". Ahora bien, nada más comenzar hay que resaltar una nota negativa –entre las numerosas que tiene el juego, dicho sea de paso- que la supone el hecho de que el sistema de combate se podría considerar como el más ingrato pecado del juego, ya que éste se basa, literalmente, en adoptar una perspectiva idónea para atacar al enemigo y, una vez hecho esto, usar la táctica "aprieta botones compulsivo" para acabar con ellos, lo cual se termina haciendo algo cansino en relativamente poco tiempo.

Esto no debería ser necesariamente tan malo si no fuera porque a su vez el ritmo del juego es lento, o bien al juego le falta ritmo –como prefieran- y se llega a hacer realmente muy pesado en ocasiones durante el transcurso de la aventura. Te empezarás a deprimir –más bien pronto- especialmente cuando te des cuenta que llevas media hora jugando y lo único a lo que te has limitado a hacer es andar, luchar, andar, luchar, andar, luchar… y poco más. Sí, charlar y todo eso, como en cualquier RPG que se precie. Pero insistimos una vez más: poco, muy poco supone esto para subsanar el resto. Y lo dicho, si la forma de combatir fuese de otra forma más dinámica –Zelda…- y el ritmo de juego algo más ligero –lo cual viene parcialmente condicionado por lo anterior-, ya sería otro cantar. Pero no es así. En Shining Soul casi pasarás todo el tiempo de juego esperando a que aparezcan de repente los enemigos de turno, eliminarlos, seguir avanzando y llegar hasta el final del nivel.

Por otro lado, puede ser que este sistema de juego pueda resultar atractivo para el que tenga la paciencia de aguantar el ya mencionado ritmo de juego y sobretodo, que sea amante de este tipo de juego. En otras palabras, quizá pudiera resultar adictivo e incluso acabar enganchando a más de uno… pero sin duda no lo conseguirá con el jugador que pretenda tener con Shining Soul un juego de rol mínimamente rápido y dinámico.

Ocupándonos de cuestiones gráficas, y ya pasando un poco a lo que es el nivel técnico –bastante mediocre, por cierto-, Shining Soul nos trae más de lo mismo respecto a los demás juegos del género ya vistos en GBA; tenemos pues una vista aérea que nos muestra unos decorados de gran colorido, que se nos antojan atractivos dado sus pastelosos tonos de color, y unos personajes –diseñados por el artista japonés Yoshitaka Tamaki, quien ya trabajó con anterioridad en juegos de esta saga- grandes y detallados, hasta el punto de que al cambiar de arma –de forma manual y sin necesidad de pausar el juego- apreciaremos perfectamente el cambio en pantalla, y cómo de la mano del personaje desaparece una y hace aparición otra distinta.

Por otra parte, las animaciones, sin llegar a hacer ningún tipo de alarde, cumplen sin más. También hemos de decir que existe una enorme pega con respecto a este apartado, que puede hacer incluso que se le pueda llegar a tachar de malo, y que sin duda le da un aire de "cutrez" alarmante: es el hecho de que los personajes, aunque bien grandes y detallados como hemos comentado antes, dan a veces la sensación de ser pegatinas arraigadas a la pantalla de nuestra GBA. Lo dicho; muy poco trabajado, y una característica propia más de este singular pero al fin y al cabo resultón apartado gráfico.

En cuanto al sonido, sus temas no son demasiado buenos; de hecho, a buen seguro que pronto acabarás bajando el volumen, pues las composiciones más bien van a conseguir sacarte de tus casillas más que alegrarte los oídos. Una pena, porque un buen apartado musical podía haber dado a este juego parte de ese "algo" que le falta para ser considerado un al menos notable título, pero lamentablemente, ni por esas. Los efectos de sonido, por su parte, muy justitos, para no desentonar en el conjunto.

Antes de dar una valoración final sobre Shining Soul, hay que destacar un punto importante, esta vez a su favor. Y es que por fin vais a poder hacer uso de ese cable que muchos compramos hace tiempo –debido a la promesa de Nintendo de que muchos juegos iban a hacer uso de las gratas posibilidades que nos iba a ofrecer- y que tenemos ahí en estantería como un bonito decorado. Hablamos, cómo no, del Cable Game Boy Advance, que gracias a su utilidad nos permite disfrutar de, posiblemente, lo mejor que nos va a ofrecer este juego: la posibilidad de jugarlo hasta cuatro personas a la vez; eso sí, para ello cada una de ellas va a necesitar de su propio cartucho, ya que el personaje ha de ser "descargado" de la partida en cuestión de cada persona.

Y bueno, después de analizar a grandes rasgos lo que es el juego en sí, iré directo al grano: Shining Soul no es precisamente un juego recomendable en demasía. La razón es clara: es un juego mediocre en todos los sentidos. Además, para buen RPG, a buen seguro que GBA está bien servida; no en vano acaba de salir a la venta el remake de uno de los mejores juegos de la historia –ALTTP- y Pokémon está ya asomando cabeza en Europa, como quien dice. Por otro lado, para juegos de este estilo –avanzar, combatir, recoger ítems y demás- ya tenemos a El Señor de los Anillos, que además seguro que cuenta con más fans que la ya algo olvidada –y a lo visto en esta nueva entrega, desfasada- saga de rol de Sega. En definitiva, el regreso de una vieja saga que lamentablemente nos deja un sabor agridulce, además de no dejarnos otra opción que la de recordaros la suma importancia del capital hoy en día y desde siempre: ahorrad el dinero, amigos, que seguro que podréis comprar cosas mejores que Shining Soul.