Nos guste o no, los battle royale son el género de moda y nadie quiere perderse la oportunidad de sumarse a la fiesta para intentar llevarse parte de este suculento pastel. Tanto es así que hasta las sagas más populares, exitosas y asentadas están empezando a introducir modos de este estilo en sus entregas más recientes, tal y como vimos el año pasado con Call of Duty: Black Ops IIII.
Gameplay comentado
Ahora le toca el turno a Battlefield V con Firestorm, una nueva modalidad que llegará el 25 de marzo en forma de actualización gratuita y que ya hemos podido probar en profundidad tras jugar varias horas en las oficinas de Criterion, el veterano estudio encargado de su desarrollo.
Tormenta de Fuego: El Battle Royale llega a Battlefield
Tal y como podréis suponer, su premisa es bien sencilla: sobrevivir todo lo que podamos para convertirnos en el único jugador que quede en pie, algo que es mucho más fácil de decir que de hacer si tenemos en cuenta que nos moveremos por un mapa gigantesco en el que habrá 63 enemigos deseando meternos una bala entre las cejas.
Sus desarrolladores no han dudado ni un instante a la hora de hacer uso de muchas de las mecánicas más populares del género, como la llegada al campo de batalla saltando en paracaídas desde un avión o la importancia de equiparnos todo lo que podamos buscando armas, munición y objetos por el mapa, ya que al aterrizar solo dispondremos de un cuchillo.
Sin embargo, han sabido integrar todo esto muy bien dentro de la fórmula habitual de la saga para que no desentone y sigamos teniendo la sensación de estar jugando a Battlefield, a pesar de que el tono es algo más desenfadado y mucho menos realista. Además, aporta algunas ideas nuevas que le dan sabor propio y le ayudan a diferenciarse de sus competidores.
Un buen ejemplo de esto lo tenemos en el mismo mapa, el más grande que jamás hemos visto en la serie. No en vano, tiene un tamaño diez veces superior a los del título principal, aunque en cada partida solo nos moveremos por una zona determinada del mismo. Esto se debe a que existe un anillo de fuego que delimita el área de la batalla, y su posición sobre el terreno de combate varía cada vez, lo que ayuda a mantener las cosas frescas y a aumentar su rejugabilidad.
Puede parecer una tontería, pero el hecho de que en cada partida veamos unos lugares u otros y nos tengamos que adaptar a ello sobre la marcha hace que estemos ante un battle royale mucho más variado de lo habitual y en el que puede pasar cualquier cosa, ya que hay zonas claves que dan acceso a ciertos vehículos y herramientas que pueden estar disponibles o no. Si pensáis que aquí os vais a poder ceñir a una estrategia concreta, probablemente no vayáis a durar mucho.
Evidentemente, el fuego irá reduciendo la zona de juego con el paso del tiempo, así que la probabilidad de encontrarnos con otros jugadores irá aumentando para que las partidas no duren eternamente. De hecho, su duración media suele ser de 20 minutos si sobrevivimos hasta el final, siendo 25 el máximo posible.
Otra de las mecánicas que le dan mucha vida a Firestorm la tenemos en los objetivos. De vez en cuando aparecerán marcadas algunas zonas del mapa que podremos conquistar si nos acercamos a ellas y mantenemos la posición durante un tiempo determinado. Si lo logramos, recibiremos cajas con armas y equipo de mucha calidad, y puede que incluso algún que otro vehículo, por lo que su importancia estratégica es total, ya que nos darán una gran ventaja sobre nuestros enemigos.
Eso sí, huelga decir que no seremos los únicos atraídos por este jugoso botín y que todo el mundo podrá ver en el mapa el estado de la "conquista" de cada objetivo, por lo que siempre se sabrá si hay alguien en la zona, dando pie a multitud de situaciones distintas en las que podremos poner en práctica todo tipo de estrategias. ¿Nos mantenemos escondidos esperando a que nuestros rivales reciban su premio y los eliminamos cuando estén distraídos reclamándolo? ¿Intentamos sacarlos de ahí con un asalto directo para asegurar la posición?
Todo esto genera momentos de muchísima tensión y en los que puede pasar de todo, reforzando todavía más la sensación de estar jugando batallas completamente impredecibles y en las que cada segundo puede ser el último.
Evidentemente, la destrucción de entornos habitual de Battlefield tiene muchísima presencia durante el desarrollo de las partidas y nos abre nuevas posibilidades tácticas al permitirnos destrozar casas, edificios y todo tipo de estructuras para sorprender a nuestros enemigos y hacerles salir de sus coberturas, ya sea a cañonazos o embistiendo directamente con algún vehículo, lo que propicia momentos muy espectaculares e inesperados.
Mejor en compañía
Al igual que en otros títulos similares, podremos jugar a este modo tanto en solitario como en equipos de hasta cuatro jugadores. Nosotros hemos podido probarlo de ambas formas y lo cierto es que jugar junto a un escuadrón nos ha parecido infinitas veces más divertido, ya que es donde realmente se utilizan todas las mecánicas jugables de la saga al contar con vehículos que pueden ser operados por varias personas, zonas que requieren que cooperemos para hacernos con interesantes botines y la posibilidad de levantar a nuestros compañeros caídos, por no hablar del intercambio de objetos y los primeros auxilios que podemos ofrecernos mutuamente.
Además, el número de estrategias y formas de atajar una misma situación se dispara respecto a jugar en solitario, por lo que los enfrentamientos son muchísimo más divertidos y satisfactorios. Eso sí, este modo solo os lo recomendamos si vais a jugar con conocidos y vais a hacer un uso intensivo de las posibilidades de comunicación a través de chat de voz, ya que si bien el sistema de marcado de puntos de interés en el mapa es útil y funciona muy bien, se requiere de muchísima cooperación y coordinación para obtener buenos resultados.
Battlefield siempre ha sido un juego de equipo y es aquí donde realmente brilla la mezcla de la serie con el género de moda. Con esto no queremos decir que en solitario sea aburrido, aunque de esta manera no consigue distinguirse tanto de sus competidores y se acaba sintiendo como "un battle royale más".
Un Battle Royale con muchas historias por contar
John Stanley, uno de sus máximos responsables, nos comentó que su principal objetivo con Firestorm es que sea un modo capaz de contar numerosas historias sobre nuestros intentos por alcanzar la victoria y en el que vivamos nuevas situaciones cada vez, algo que podemos afirmar que han conseguido.
En las cinco horas que estuvimos jugando no tuvimos dos batallas ni medianamente similares y el título resulta tan dinámico y orgánico que no paraban de sucederse nuevos acontecimientos e imprevistos que nos obligaban a cambiar constantemente nuestros planes. Gran culpa de esto lo tiene el fantástico diseño del mapa, con multitud de zonas distintas (bosques, llanos, lagos, aldeas, etcétera) que invitan a desarrollar estrategias muy concretas.
Se nota que Criterion ha trabajado mucho para llevar a buen puerto esta modalidad y por lo que hemos jugado creemos que lo han conseguido, ofreciéndonos un battle royale muy divertido y espectacular que es capaz de aportar sus propias ideas dentro de un género donde la competencia es cada vez mayor. Id preparando vuestras armas, pues la lucha por la supervivencia está a punto de llegar a Battlefield, y promete ser una gran batalla.
Hemos escrito estas impresiones tras visitar los estudios de Criterion en un viaje al que fuimos invitados por Electronic Arts.
