Se suele decir que no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Quizás para mucha gente, la desaparición del formato físico no suponga una pérdida –como todo, faltaría más, tiene su parte positiva y su parte negativa–, pero muchos de nosotros encontrábamos todo el contenido físico que acompaña a un juego como parte indispensable de la experiencia como tal. Comprar un juego, antaño, implicaba comprar una caja, una instrucciones, un cartucho... Sí, no hay duda de que al final estamos comprando el mismo puñado de bits de una manera u otra, pero, ¿y lo bonito que quedan en nuestras estanterías varios años después? ¿Y esa posibilidad de meterlo en nuestra consola y jugar sin problemas cuando la compañía de turno cierre la plataforma digital a la que hoy tenemos acceso?
La generación que ahora nos deja ha sido una etapa de transición hacia lo digital, en la que el formato físico ha ido en detrimento, y en la que hemos visto consolas únicamente digitales –como PSP Go–, a las que no les ha ido precisamente bien. También sabemos que consolas como Xbox One consideraron dejar el lector de blu-ray fuera y centrarse únicamente en las descargas, aunque finalmente, parece que los juegos en sus cajas tendrán una última oportunidad, en una industria que progresa hacia la nube y lo digital.
Como decimos, el formato digital tiene multitud de ventajas –sólo hay que pensar en las posibilidades de PlayStation Plus, Games with Gold, los juegos indies, las ofertas de Steam, PS Store y el Bazar de Xbox Live...–, pero hoy queremos rendir nuestro pequeño homenaje a ese fragmento de la historia de los videojuegos que, prácticamente, ya ha desaparecido. No es el formato físico como tal, que aún resiste, sino parte de él: los manuales.
Los manuales de instrucciones, generalmente, han sido los grandes olvidados. Cuando nos comprábamos un juego nos lo comprábamos precisamente para eso, para jugar. En una época en la que los tutoriales brillaban por su ausencia, el usuario descubría todas las posibilidades de su recién estrenada adquisición a base de exprimirla, probando mil y una cosas en su progresar, con las "escasas" opciones que ofrecían los "escasos" botones que los dispositivos de aquel entonces solían ofrecer. No había tiempo para ponerse a leer. Al menos en un primer momento, ya que, pasada la emoción inicial, muchos solíamos volver a descubrir aquello que pasaba desapercibido en el juego.
Manuales ha habido de todo tipo. Prescindibles e imprescindibles, útiles e inútiles, "currados" o hechos por compromiso, pero al menos estaban ahí. Hasta hoy. Por eso, vamos a repasar la historia de los manuales de instrucciones, comentando desde que su presencia era algo habitual hasta su desaparición, pasando por su declive. Además, no podríamos cerrar este homenaje sin recuperar los que, pensamos, han sido algunos de los mejores de la historia. Nos dejaremos alguno fuera, claro, pero para eso estáis ahí vosotros, para ayudarnos a completar la lista. Vamos al lío.
Una historia de manual
Vamos a comenzar el repaso por la historia de los manuales de instrucciones, pero os advertimos desde ya –no queremos que nadie se nos enfade por detalles concretos– que tendremos que generalizar. Desde los albores de la industria, el tema de los manuales ha sido algo que, a grandes rasgos, ha decidido cada compañía editora siguiendo una serie de pautas mínimas para cada plataforma, por lo que no podemos concretar las mil y una excepciones que se han dado y que se seguirán dado en sus versiones digitales.
En una época anterior a las cinemáticas, los tutoriales y en los que cada bit de capacidad del cartucho –o del formato de turno– eran dignos de aprovechar, los manuales eran la única manera de contarnos la historia del juego en detalle, de explicarnos para qué servía cada objeto –que en el Sonic quizás no hacía falta, pero en otros títulos era imprescindible– o incluso cosas tan aparentemente obvias como que era necesario poner el cartucho antes de encender la consola. Y no nos olvidemos de la sección de notas al final de cada uno que siempre alguien acababa usando.
Claro que, cada un manual ha sido de su padre y de su madre, y no sólo en los contenidos, sino también en la impresión. Por empezar remontándonos a las primeras máquinas icónicas de la industria, podemos comenzar recordando los manuales de Atari 2600 y MSX. Ya desde este momento vemos la libertad que tenía cada compañía. En el caso de las portada de Atari 2600, todas tenían algún tipo de color –quizás bicromática, quizás a todo color–, pero el interior variaba de apenas unas descripciones con texto en blanco y negro, a manuales coloridos con pantallas del juego. En el caso de MSX, lo general era el blanco y negro para todo el manual –con diferentes tonos de grises–, aunque los había impresos en tonos azules –como vemos en las imágenes–, o incluso a todo color.
Los libretos de instrucciones, además, no sólo servían para informar al jugador, sino que en incluso llegaron a convertirse en medidas antipiraterías, guías de estrategia, pósters o casi una enciclopedia sobre el juego de turno. Pero no adelantemos acontecimientos, que tenemos tiempo para todo. Así que, dejando claro que habrá todo tipo de excepciones, no nos demoramos más y comenzamos a hacer un breve repaso por la tendencia que los manuales han seguido a lo largo de las principales plataformas de Nintendo, Sega, Sony y Microsoft, aunque pararemos en la generación de los 128 bits para comentar, tras ello, su declive.
Los manuales de Nintendo
NES contaba con manuales bastante básicos, llenos de información orientada a que el jugador pudiese exprimir el juego desde el primer momento, y con los que conocer información adicional sobre la historia y los personajes del juego. Durante la vida de la consola de 8 bits se alternarían manuales a color y en blanco y negro, aunque Nintendo no tardaría en diferenciarse de la competencia con libretos de instrucciones muy elaborados y coloridos, que se convertirían en una seña de identidad incluso hasta Wii, pero cuyo mayor esplendor vivieron, probablemente, en la época de los 16 y los 64 bits, con Super Nintendo y Nintendo 64.
Por mencionar algunos de los ejemplos que los cuidados manuales de Nintendo nos ofrecían, el libreto europeo de instrucciones de Super Mario Kart nos recoge la ilustración que sirvió de portada al juego en Japón, y que era algo diferente a la nuestra. En otros títulos, como Donkey Kong 64, encontramos una "foto de familia" de los protagonistas, y un largo etcétera que, como decimos, se ha mantenido fuerte hasta su penúltima consola.
Los manuales de Sega
La antaño compañía rival de la mencionada Nintendo, nunca ha sido rival en los manuales. Sega siempre ha apostado, a grandes rasgos, por manuales claros y concisos, en los que se nos detallaban los contenidos del juego con algunas ilustraciones y pantallas, pero, sobre todo, por verse limitados a impresiones en blanco y negro –blanco y azul en Master System– han palidecido frente a los libretos que comentábamos justo antes.
Ya con Dreamcast sí que vimos cómo los manuales a color eran algo más corriente, aunque en este punto, podríamos decir, ya los libretos de instrucciones habían empezado a perder importancia y a tomar ese carácter un poco más obligatorio. De todos modos, con la última consola de Sega, vimos manuales dignos de sus mejores años, como el de Dead or Alive 2, que incluía descripciones de los personajes, listas de combos, e incluso un glosario con las palabras japonesas que se usaban en el mismo.
Los manuales de Sony
Los manuales de las consolas de Sony han sido un tanto extraños a la hora de clasificar. La diversidad de desarrolladores que llegaron a trabajar en la primera PlayStation hicieron que encontrásemos libretos de todas las clases posibles, aunque por lo general recibíamos manuales en blanco y negro, al menos durante la época de PSX. Luego, con la llegada de PlayStation 2, esto se diversificó, y nos ofrecían muchos libretos a color, algunos realmente elaborados, que incluso nos llegaron a recordar a su época dorada.
En general, Norteamérica recibió muchos más manuales a color que Europa durante la época de PlayStation, pero con la salida de PlayStation 2 la barrera territorial se deshizo, y los juegos alternaban el color o la falta de ellos a voluntad de la editora. En los de PSP predominó el color, pero la obligatoriedad de los mismos se volvió latente, y en general la escasez de páginas convirtió su presencia en algo casi anecdótico.
Los manuales de Microsoft
Como explicábamos anteriormente, durante esta breve explicación de los manuales de las consolas de las mencionadas compañías, sólo nos centraríamos en sus consolas de 8 a 128 bits, por lo que al llegar a Microsoft sólo podemos hablar de su Xbox original. Pero tranquilos, que tras esto pasaremos a las máquinas más recientes. Así, en esta consola, sucedió algo muy similar a lo que vimos en Dreamcast, GameCube y PlayStation 2; es decir, libertad casi total para las editoras.
Si hemos de buscar una norma, podemos decir que, en general, los títulos publicados por Microsoft ofrecían manuales a color, con bastantes detalles tanto de la historia y de la jugabilidad, aunque los juegos third-parties optaron también por libretos elaborados en algunos casos y por otros menos detallados en otros. Así, llegamos al cambio generacional, al principio del fin.
Los manuales en la actual generación: El principio del fin
Nuestro homenaje a esta parte inseparable de los videojuegos continúa, como no podría ser de otra manera, repasando la época de su decadencia. Durante los primeros años de Xbox 360 y PlayStation 3, las cosas no cambiaron demasiado. De manera muy similar a lo que veíamos a finales de la previa generación, cada compañía tenía libertad total para hacer lo que creyese más conveniente, aunque la verdad es que en el peor de los casos se mantenían unos mínimos con los contenidos esenciales del juego.
Los que degusten los manuales seguro que han sido conscientes de la lenta desaparición que han sufrido, pero pensamos que será mejor ilustrarlo. Así, vamos a intentar mostraros, de la manera más clara y lógica posible, cómo los libretos han ido menguando hasta desaparecer a lo largo de una generación. Para ello, vamos a comparar manuales de instrucciones de diferentes entregas de una misma saga y comprobar su evolución en este aspecto.
SoulCalibur IV/SoulCalibur V
Gears of War/Gears of War 3
Resident Evil 5/Resident Evil 6
LittleBigPlanet/LittleBigPlanet 2
FIFA 09/FIFA Street
Como podéis ver, la mayoría pasan de la impresión a color a la impresión en blanco y negro, y/o reducen el número de páginas, incluyendo información mucho más concisa e imprescindible para jugar. No todos los manuales van a peor, claro, y otros simplemente se mantienen en su línea, aguantan, o incluso, como en el caso de Skate 3, "engordan".
BioShock 1/BioShock Infinite
Dead or Alive 4/Dead or Alive 5
Skate/Skate 3
Pero, ¿por qué se desaparecen?
Pero, dejemos la parte irracional del jugador amante de lo físico que llevamos dentro, y parémonos a pensar por un segundo. ¿Por qué se reducen o eliminan los manuales? Lo más inmediato, es que ya no son necesarios. Los juegos tienen la posibilidad de ofrecer mucho más contenido dentro del disco/tarjeta e incluso a través de internet –o las nuevas aplicaciones compañeras–, por lo que no necesitamos de manera impresa una descripción de elementos muchas veces secundarios.
En lo jugable, la mayoría de juegos cuentan con todo tipo de tutoriales –muchas veces insufribles, y más teniendo en cuenta que raro es el juego que rompe con el esquema actual de botones para atacar/saltar/disparar/etc.–, por lo que no necesitamos un papel que nos diga qué hace cada botón o incluso que hace cada objeto. Ahora será el propio juego el que nos explique, llegado el momento, la función de cada uno de estos elementos.
Pero, aparte de esto, también está el concepto de "despilfarro" . En este frente, las ideas, son dos. Por una parte, evitar el impacto negativo en el medio ambiente de gastar papel "innecesario", y por otra parte, reducir los gastos que tiene la fabricación de un juego. Siendo lógicos, son dos conceptos razonables, aunque hay casos en los que la publicidad duplica el tamaño de manual o directamente lo sustituye, haciéndonos replantearnos el "maltrato" hacia los libretos de instrucciones.
Los manuales en la nueva generación: La desaparición
Pensamos que, quien más y quien menos, se habrá llevado una sorpresa a abrir sus cajas de títulos de nueva generación y encontrarse con poco más que el juego. Esta sección del artículo tiene que lidiar con las versiones físicas de PlayStation 4, Xbox One y PlayStation Vita, aunque Nintendo, con los juegos de su Wii U y su Nintendo 3DS, también coquetea con la muerte de los libretos. Los juegos de Nintendo apuestan por una guía rápida, consistente normalmente en una hoja desplegable, pero algunos de sus títulos –ya sean desarrollados, como Game & Wario, o editados, como The Wonderful 101– ya vienen directamente sin instrucciones, únicamente con información legal y técnica y los puntos del club Nintendo.
Más radicales son los de PlayStation Vita, PlayStation 4 y Xbox One. La desaparición de manual es prácticamente unánime, y, de encontrar algún papel dentro de la caja, suelen ser panfletos promocionales o códigos para descargar pases online o similares. Tanto es así que, en el caso de las consolas de sobremesa de Sony y Microsoft, hasta la información legal ha pasado a estar impresa en el reverso de la portada, pudiéndolo ver a través del interior de la carátula, ahora semitransparente, o retirándola.
Prácticamente todos los juegos actuales cuentan con una versión digital de su manual a la que puede accederse desde el menú de la consola o desde el navegador de internet. Lo cierto es que ya podemos afirmar que los manuales de instrucciones en formato físico están al borde de la muerte, si vemos el vaso medio lleno, y más muertos que vivos si lo vemos medio vacío. Pero en lugar de regocijarnos en nuestro lamento, vamos a cerrar nuestro homenaje como los manuales se merecen: recordando a los mejores.
Los mejores manuales
Para despedirnos, nada mejor que recoger algunos de los mejores manuales que hemos visto durante los muchos años que llevan entre nosotros. Y bueno, como suponemos que a estas alturas ya más de uno estará tecleando algún que otro insulto en los comentarios porque nos hemos olvidado del PC, os queremos tranquilizar antes de que le deis a enviar, si no es ya demasiado tarde, claro. Y es que si ya es difícil no generalizar demasiado en consola, intentar hablar en general de los manuales de PC es poco menos que imposible. Pero tranquilos, que algunos de los mejores libretos de la historia son, como no podría ser de otra manera, de ordenadores.
Earthbound (Super Nintendo)
Lo que llevaba Earthbound no era un manual, era una guía. Literalmente. Nintendo echó el resto con este juego de rol jamás comercializado de manera física en Europa, e incluyó una guía de estrategia de casi 150 páginas con toda la información sobre el juego. Tal era la guía, que la caja del juego duplicaba el tamaño habitual de las cajas de Super Nintendo.
Lunar 2: Eternal Blue (PlayStation/Saturn/Sega CD)
Lo de Lunar 2 no era una guía, pero casi. 120 páginas de manual, a todo color, encuadernado con tapa dura, y lleno de información sobre el juego, los creadores e incluso con múltiples páginas simplemente decoradas con ilustraciones. Un ejemplo de manual de instrucciones, aunque suponemos que económicamente insostenible a largo plazo.
Wario Ware, Inc. (Game Boy Advance)
¿Qué haces cuando tu juego es tan "simple" que no tienes mucho que contar sobre él? ¡Pues rellenarlo con "tonterías"! En una saga que se basa en el humor y en los minijuegos para atrapar a los jugadores, nada mejor que hacer lo mismo en un manual de instrucciones. Busca las diferencias o conecta los puntos... ¡pero que no decaiga la diversión! La foto es de Wario Ware: Touched! de Nintendo DS, muy similar en características, dicho sea de paso.
We ♥ Katamari (PlayStation 2)
We ♥ Katamari sorprende por muchas cosas, y una de ellas es su manual. Todos los aspectos del juego se explican acompañados de geniales ilustraciones, hasta tal punto que las pantallas del juego están, realmente, dibujadas a mano, para no romper con la estética del libreto.
SimCity 2000 (PC)
El manual de instrucciones de SimCity 2000 tenía todo lo que necesitábamos para pegarnos meses jugando. Todo, pero todo, todo. Ahí podéis verlo en todo su esplendor, ridiculizando en tamaño y contenido a muchos libros de texto de los que estudiamos en el colegio. Parece mentira que un par de disquetes pudiesen guardar contenido para rellenar semejante manual.
Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots (PlayStation 3)
La mezcla de información y cómics que viene ofreciendo la saga en sus capítulos oficiales creemos que se merece un hueco aquí, aunque hayamos elegido sólo su cuarto episodio. Un ejemplo de dedicación a un manual sin tener que remontarnos a pasadas generaciones. ¿Creéis que Metal Gear Solid V cumplirá en este aspecto?
Grand Theft Auto: San Andreas (PC)
Las instrucciones de la saga Grand Theft Auto, o al menos el contenido de sus cajas, solían ser dignas de elogio. Un ejemplo de ello fue el lanzamiento de Grand Theft Auto: San Andreas en ordenador, que incluía un manual/guía turística en la que se nos informaba de todo lo que necesitábamos saber sobre el juego de una manera elaborada y original.
Falcon 4.0 (PC)
El manual, con mayúsculas. Un manual por definición, en el que se nos enseñaba a pilotar un F-16 virtual, pero que visto lo visto quizás servía para uno de verdad. Lo mejor de todo es que no era un manual innecesario. La simulación en este título era tan realista como se lo permitía la época, y os aseguramos que sólo para despegar ya era una auténtica aventura.
Sabemos que nos dejamos muchos, muchísimos manuales fuera de la lista, pero hemos querido seleccionar los más representativos de algunas características –originalidad, elaboración, tamaño, calidad, etcétera– que considerábamos dignas de recordad. Por supuesto, queremos saber cuáles son los manuales que más os han marcado, y no sólo veremos aquellos que hemos dejado fuera, sino que además estaremos encantados de seguir aprendiendo con aquellos que no conocíamos sobre la historia de esta parte de los videojuegos que ahora se pierde.
Adiós manuales; ¡os echaremos de menos!
