Se han desvelado unos documentos judiciales en los cuales se detalla que Activision pudo intentar piratear el correo electrónico y los mensajes de los teléfonos móviles de Jason West y Vince Zampella, los dos antiguos jefes de Infinity Ward.
Thomas Fenady, antiguo miembro de Activision y que ahora trabaja en Warner Bros., ha dicho que en el 2009, George Rose de Activision le pidió que consiguiera acceder a los ordenadores de los creadores de Call of Duty: Modern Warfare.
La petición era para conseguir sacar a la luz los trapos sucios de estos miembros de Infinity Ward porque simplemente querían "deshacerse de ellos".
Supuestamente Rose le dijo que Bobby Kotick, el jefe de Activision, cuidaría de él en caso de que le pillaran, por lo que no se tenía que preocupar de las repercusiones.
Para conseguir esto pidieron ayuda a Microsoft, pero se negaron al no haber orden judicial. También contactaron con una compañía externa llamada InGuardians, pero aparentemente no se sentían cómodos con los problemas legales que podía acarrear tal intrusión. Incluso planearon en hacer un simulacro de incendio para que salieran de las oficinas y les diera tiempo a husmear.
A este plan lo llamaron Proyecto Icebreaker. Rose ha negado haber dado la orden. Finalmente, dijo que solo sabe que todo esto se discutió, pero que no cree que se acabara llevando a cabo.
Hace un par de días, supimos que Activision ha pagado 42 millones de dólares a Jason West y Vince Zampella, unos días antes del juicio que comenzará el 29 de mayo y que enfrentará a las dos partes por despido improcedente. El abogado de West y Zampella estima que Activision les debe a sus clientes entre 75 y 125 millones de dólares, y espera recibir hasta 500 millones más por daños y perjuicios.
