Las pruebas de la fase beta de Diablo III que se basaron en abrirse a todo el público que así lo quisiera han concluido con una serie de comprobaciones destinadas a someter a estrés a los servidores y que ha resultado en un fin de semana con diversos problemas para los jugadores a la hora de acceder a la beta. Sin embargo, los resultados de la prueba han sido positivos para Blizzard, que afirma haber podido recolectar gran cantidad de información.
Este tipo de pruebas se realizan para evitar situaciones similares en la versión final y comercial del juego, que llegará a las tiendas el próximo 15 de mayo. La beta dará fin definitivamente el 1 de mayo.
Entre los errores que experimentaron los jugadores estuvo el código 37, que informaba de que los servidores estaban llenos, con estimaciones de la compañía que rondan los 300.000 usuarios simultáneos el pasado sábado.