El juicio contra Alejandro Fernández, asturiano de 31 años acusado de comercializar dispositivos que permiten modificar la Nintendo DS, ha quedado visto para sentencia en un juzgado de Avilés.
La compañía japonesa mantiene su petición de hasta 23 años de cárcel aunque la Fiscalía ha rebajado su petición a un año y nueve meses por un delito contra la propiedad intelectual. La compañía ya pedía el año pasado 23 años de prisión y 840.000 euros de indemnización, la Fiscalía tres años y tres meses.
Fernández ha sido acusado de vender cartuchos que permiten el funcionamiento de juegos piratas en la antigua consola portátil de Nintendo, unos cartuchos que son exclusivamente importados y comercializados para este dispositivo. La firma nipona considera que esta acción, que copia su diseño, código de arranque y marca, constituye un daño para su propiedad intelectual y revela códigos de autentificación secretos a otros usuarios potenciales que podrían incurrir en la misma práctica.
El abogado de Fernández, Carlos Sánchez Almeida, considera que la sentencia de este caso será la más importante en comercialización de cartuchos, tanto si es a favor como en contra, ya que hasta la fecha no se había profundizado en España a nivel legal en asuntos de este tipo.
