Las reacciones y consecuencias del ataque y robo de datos en PlayStation Network siguen sucediéndose. Esta misma mañana, según informa EFE, la organización de consumidores FACUA ha aconsejado a los usuarios de PlayStation Network en España que anulen "de inmediato" las tarjetas de crédito cuyos datos hubiesen introducido en el servicio de Sony, como medida de precaución tras el robo de datos en el servicio.
En un comunicado, la FACUA ha considerado necesario adoptar esa "medida de precaución" ante la posibilidad de que esas tarjetas de débito o de crédito puedan ser utilizadas "de forma fraudulenta tras el robo masivo de datos" sufrido por esa plataforma de Sony, que cuenta con 330.000 usuarios con tarjetas registradas en España.
Por el momento, no hay evidencias de que los hackers hayan robado los datos de tarjetas de crédito del servicio, que Sony ha afirmado que estaban encriptados.
Esta federación de consumidores denunció el caso el pasado miércoles ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), y ha asegurado que es "preferible prevenir un fraude que tomar medidas tras ser víctima de él", porque además "no está descartado que los datos con los que se hizo un 'cracker' puedan ser suficientes" para sacar dinero o hacer compras usando las cuentas bancarias de los clientes de PSN.
También ha recomendado que se solicite a las entidades financieras la anulación de las tarjetas "explicando expresamente que es una medida de precaución ante el posible fraude". La organización dice que esas entidades no deberían cobrar a los usuarios por la sustitución de la tarjeta, al tratarse de una prevención de fraude, y que, en el caso de que lo hagan, Sony debería correr con los gastos.
La organización va más allá de recomendar la cancelación de tarjetas. Ha insinuado que Sony quizás no contaba con las suficientes medidas de seguridad en su red, por lo que habría vulnerado el "principio de seguridad de los datos" de la Ley, y ha criticado que haya tardado tanto en anunciar los motivos del cierre de PlayStation Network, lo que considera "una grave irresponsabilidad y una inaceptable falta de respeto a los usuarios, ya que ha retrasado las medidas de precaución que éstos deben tomar".
