El productor ejecutivo de Bethesda Sofware, Todd Howard, ha asegurado que "Oblivion sacrificó algunas de las características que hacían a Morrowind especial". Ambos juegos son entregas de la saga The Elder Scrolls, título de rol desarrollado en el continente de Tamriel.
Reflexionando sobre Morrowind, Howard asegura: "la experiencia con este juego debe sentirse como algo extraño, como un extranjero en una tierra extraña, con elementos que tienen una apariencia familiar encargándose de introducirte en el juego. El jugador tendría una sensación parecida a ‘soy extranjero’, estoy incómodo’".
"Con Oblivion queríamos volver a los clásicos Arena y Daggerfall en un mundo de fantasía que probablemente sería más refinado y acogedor, un mundo que inmediatamente comprendías", comenta el productor. "Pero en este caminó sacrificamos lo que hacía de Morrowind un juego especial, la maravilla de descubrir".
La última entrega de The Elder Scroll se llamará Skyrim y llegará el 11 de noviembre de 2011. Para la quinta parada en el camino de este título, Howard y su equipo pretenden mezclar las virtudes de las dos entregas mencionadas anteriormente: "con Skyrim estamos intentando traer parte de esta esencia de Morrowind y caminar entre éste juego y Oblivion. Tiene una apariencia familiar, pero contará con su propia y única cultura y girará en torno a ella".