Uno de los grandes "culebrones" del mundo del videojuego durante el pasado 2010 fue la fuga de gran parte del equipo de Call of Duty, que dejaron Infinity Ward, la subsidiaria de Activision responsable de Call of Duty, Call of Duty 2, Modern Warfare y Modern Warfare 2.
Encabezados por Jason West y Vince Zampella, los fundadores del estudio y creadores de la saga, decenas de empleados de la compañía abandonaron Activision para que la gran mayoría, encabezada por los mismos, formasen Respawn Entertainment con la financiación de Electronic Arts, máxima rival de Activision y, paradójicamente, la compañía que West y Zampella abandonaron hace una década para fichar por ésta.
Esta semana, Danny Bilson, jefe de la división de juegos de THQ, ha desvelado que West y Zampella estuvieron a punto de firmar por ésta en vez de por Electronic Arts. Los creadores de Call of Duty habrían formado su nueva compañía al amparo de THQ, de no haber sido por una condición que ésta se negó a cumplir: quedarse con los derechos de propiedad intelectual de sus juegos.
Según recoge el medio americano 1up, tanto Bilson como Zampella han confirmado que ése fue el punto determinante en el que ambas partes no se pusieron de acuerdo, y que hizo que finalmente Zampella y West se decidiesen por Electronic Arts. Esta compañía editará los juegos de Respawn Entertainment a través de su sello EA Partners, pero los derechos de las sagas que creen serán de Respawn.
