Muy intensas resultaron las fases finales del campeonato español de Pokémon celebradas el sábado en la que se decidían quiénes serán los representantes nacionales en la final mundial que se celebrará el próximo agosto en Kona (Hawai). La razón está en que llegaron a las semifinales dos representantes de otras tantas páginas web dedicadas a Pokémon. El azar quiso que se emparejasen un jugador catalán con un madrileño en ambas semifinales, lo que convirtió cada una de las dos partidas en prácticamente una final.
El ganador final de la categoría Senior –para los nacidos en 1997 y antes- fue Mario Díaz de Cerio, madrileño de 22 años, y administrador de Pokespain, quien se llevó una DSi, una Wii, y una invitación para participar en el Campeonato Mundial de Videojuegos Pokémon en Kona (Hawái) los días 14 y 15 de agosto con el viaje y los gastos de hotel de esos días pagados.
En segundo lugar quedó Rubén Puig, barcelonés de 17 años y creador de pokemoncb. Con este puesto se llevó una DSI, y los gastos pagados para participar en el torneo de Kona. En tercer y cuarto lugar quedaron Albert Bañeres y Juan Borreguero. Ambos consiguieron una DS y la invitación para competir en Kona, aunque sin el viaje ni el hotel pagados.
Un ejemplo de saber ganar y de saber perder
Rubén Puig demostró que, además de saber combatir, es un ejemplo a seguir tanto al ganar como al perder. Aunque llevaba sobre sí las banderas catalana y del Barcelona, al superar la semifinal cogió la bandera española, y lo mismo hizo antes de la final. En ambos casos saludó con deportividad a su rival. Puig reconoció haber tenido suerte tanto en cuartos de final como en semifinales, pero la fortuna se volvió en su contra al llegar a la final: el equipo pokémon del ganador era justo el antídoto del de Puig, aunque ninguno sabía qué pokémon iba a elegir el otro.
Puig optó por cambiar varias veces de luchador "para meter el trick room y que los más lentos fuesen más rápidos", pero su equipo de Hariyama, Banette, Kyogre y Dialga (con sus respectivos motes) no tuvo opción frente al Amber, Aquarius, Abomasnow y Palkia del ganador. El subcampeón mantendrá su equipo "que es original y nadie lo utilia" para Hawái, aunque los entrenará más, como lleva haciendo el último año con los mejores jugadores del mundo a través de internet.
Díaz de Cerio reconoce que su ventaja en la final fue por el equipo elegido: "en este juego hay a veces un factor piedra-tijera-papel y a veces es difícil vencer a un equipo. El ganador español lleva un mes jugando con las versiones Pokémon Edición Oro HeartGold y Pokémon Edición Plata SoulSilver, pero ha jugado a todos los títulos anteriores de la serie principal Pokémon
El grupo de habituales de Pokespain había llegado a Ifema (Madrid) a las once de la noche del viernes para ser los primeros en inscribirse. En total, unas 20 personas se juntaron por la noche para disfrutar de las horas previas al torneo echando unas partidas o jugando al fútbol. Buena parte de ellos logró una de las 30 plazas de la fase final.
Más de la mitad de quienes deseaban participar se quedó fuera de la inscripción ya que las plazas estaban limitadas a 256, el máximo establecido por la organización, The Pokémon Company, para conseguir agilidad en el torneo.
Esto ocasionó gran disgusto a los afectados, sobre todo a quienes se habían desplazado cientos de kilómetros para asistir al torneo. Otros participantes habían venido de otros puntos de Europa, tras asistir a otras finales, como las celebradas en Birmingham o Colonia. En la final francesa, celebrada en Lyon, quedó en segundo lugar el joven catalán Albert Bos.
Los Junior también tuvieron una final nacional emocionante y disputada
Si por la tarde participaban los mayores de12 años, por la mañana les tocó el turno a los más pequeños. La organización accedió a aumentar el número de participantes a 192 para que ningún niño se quedase fuera.
De los 20 chavales que pasaron a la fase final salieron los cuatro finalistas, premiados con lo mismo que sus compañeros mayores. El ganador fue Miguel José Romero, madrileño de 11 años de edad que compitió con Kyogre, Kingora, Hidroking y MeowTwo. Romero venció a una de las escasas chicas participantes, Rocío García, madrileña de 11 años, que presentó al combate a Kyogre, Nex, Vapoeron y Kingdra.
La similitud entre los dos equipos logró que la final fuese emocionante. El ganador afirma que fue Nex quien le dio la victoria, porque tenía el ataque que puede hacerle cuatro veces más daño y eso le permitió quitárselo de en medio, "pero en mitad de la competición hubo un enemigo que me habría ganado si no fuera porque su ataque ha fallado".
Romero ha estado preparándose el último año para poder clasificarse e ir a Hawái, aunque dijo que nunca esperó llegar tan alto, y añadió que aspiraba al cuarto puesto que le concedía una plaza en la final mundial. Para lograrlo ha estudiado en profundidad las estrategias y se ha centrado en los juegos Pokémon, aunque sea en detrimento de otro de los títulos que le gustan, Megaman. Además de HeartGold y SoulSilver, Romero ha jugado a las ediciones Platino, Diamante y Ranger de Podkémon, además de las de Mundo Misterioso.
García estuvo a punto de no pasar a la final cuando en la última partida de clasificación empató al utilizar una vidaesfera perdiendo los puntos de salud que le quedaban a su último pokémon. Esto la dejó inicialmente fuera de la competición, pero al haber alineado su rival un pokémon no permitido fue descalificado y ella pasó a la siguiente fase. Para avanzar sin grandes complicaciones hasta la final. En tercer y cuarto lugar quedaron Enrique Naranjo y Daniel Velasco.
Todos los asistentes al evento se pudieron descargar durante la competición un eevee plateado como recuerdo del torneo, y también fue posible probar los nuevos juegos Pokémon, así como hacerse fotos con un muñeco gigante de Pikachu que causaba sensación en cada aparición durante el torneo.
