Con la consola en nuestras manos nos pusimos a trastear para ver las novedades. La primera es el cambio de sitio del disco duro, que pasa de estar arriba abajo, en un lugar bastante oculto (aunque fácilmente accesible quitando un panel. En esta ocasión, el dispositivo de almacenamiento será realmente pequeño, dispositivo que os recordamos que tiene una capacidad de 250 GB. Giramos la consola y nos encontramos con la parte frontal de la consola en la que destaca un nuevo puerto que tiene un distintivo naranja. Este nuevo puerto, según nos comentan, está destinado a Kinect y es que si en el modelo antiguo de Xbox 360 Kinect deberá conectarse tanto a la consola como a la red eléctrica, en la nueva versión se conectará únicamente a este nuevo puerto, trasfiriendo datos y alimentándose por él. De cualquier modo se nos aseguró que Kinect traería todo lo necesario para conectarse, sea cual sea el modelo de consola que tengamos.
Otras novedades son el hecho de que los botones de la consola son sensibles al tacto, por lo que podremos encenderla o apagarla con sólo pasar el dedo por encima, el cambio de ventiladores que hace que ahora sea mucho más silenciosa o una fuente de alimentación más pequeña que la del modelo anterior (y que no es compatible, entre otras cosas porque la clavija es diferente). El nuevo modelo es compatible con la mayoría de los accesorios existentes, aunque no podremos usar las tarjetas de memoria ni los discos duros externos. Además, se lanzará una nueva gama de periféricos en color negro para que hagan juego con el nuevo diseño.
La consola saldrá a un precio de 299 dólares e incluirá Wi-Fi 802.11n de serie, 5 puertos USB, disco duro de 250 GB, un puerto exclusivo para Kinect, un mando de control inalámbrico, unos cascos con micrófono, la fuente de alimentación y el cable Audio Video compuesto para definición estándar. Todavía no se conoce la fecha de lanzamiento en Europa, pero se espera que sea inminente.
