Square Enix ha sido demandada por Esther Leong, de San Francisco (California, EE.UU.) pues considera que la compañía no es clara en referencia a las cuotas y penalizaciones por retraso en los pagos de las mismas de Final Fantasy XI.
En la demanda se alega que Square Enix ha engañado a 100.000 mintiendo o escondiendo los costes de "las suscripciones mensuales, penalizaciones por retrasos en los pagos, intereses, restricciones y otras cosas que deberían haber sido especificadas completamente en los términos de compra."
Se solicita un pago de daños y perjuicios por valor de 5 millones de dólares por "prácticas de negocio injustas, publicidad engañosa, y enriquecimiento injusto."