En la zona de Electronic Arts del E3 pudimos probar durante unos minutos Medal of Honor Airborne, el nuevo juego de acción en primera persona ambientado en la Segunda Guerra Mundial, que llegará dentro de unos meses a las tiendas.
La novedad de esta versión, la primera para la nueva generación, es que seremos paracaidistas que saltaremos en zonas de guerra. La clave de esto es que al saltar en paracaídas podremos dirigir nuestra caída, llegando a zonas diferentes del escenario y por lo tanto haciendo diferente cada partida en cada misión.
Las misiones, según nos dijeron, contarán con una duración de unos 90 minutos, llevándose a cabo en escenarios enormes, y con el plus de rejugabilidad que le da el hecho de que cada vez que saltemos todo sea un poquito diferente. En nuestra prueba nos mataron varias veces, por lo que saltamos varias veces sobre el terreno de juego, cayendo en diferentes zonas y viendo cómo avanzar hacia el objetivo -destruir una batería antiaérea- era diferente cada vez. Aparte, al ser todos los escenarios abiertos, y caer desde los cielos, podremos movernos por tejados; en todos los edificios que vimos en la demo se podía entrar.
En cuanto al control, era similar a los anteriores juegos de la saga, disparándose con R2 y haciendo zoom con L2 -jugábamos a la versión PS3-. Además, las granadas se han integrado ahora mejor en el juego, cambiando a granada con R1 y tirándola con R2, y luego de vuelta a las armas pasando al botón de cambiar arma. Quizás esto sea un poco engorroso, aunque el hecho de cambiar a granada y luego lanzarla permite ajustar mejor la potencia del lanzamiento.
Como en anteriores juegos, no estaremos solos, y nos acompañarán otros soldados del peloton en nuestro periplo por los campos de batalla de Europa. La idea de caer desde el aire y que cada misión sea diferente es muy interesante, y permitirá que el juego gane mucha rejugabilidad.