Desarrollar videojuegos no siempre es un camino de rosas. La creatividad se enfrenta en ocasiones contra muros financieros y decisiones empresariales que pueden complicar el día a día a los desarrolladores.
El trauma de Spec Ops: The Line
La experiencia que tuvo el guionista Walt Williams, responsable de la trama de Spec Ops: The Line y del nuevo Star Wars: Battlefront II, con el juego de acción de 2K Games y Yager Development no fue nada buena.
Because it was a brutal, painful development & everyone who worked on it would eat broken glass before making another. Also it didn't sell.— The Walting Dead (@waltdwilliams) 3 de octubre de 2017
Ante la pregunta de un seguidor sobre si trabajaría en una secuela de Spec Ops: The Line, el diseñador ha sido tajante y realmente expresivo con su comentario: "Antes de hacer otro juego comería cristales rotos".
En el mismo mensaje, el guionista asegura que el desarrollo del juego fue "doloroso y brutal", además de recordar que las ventas del shooter ambientado en Dubái no resultaron demasiado positivas.
Las palabras de Walt Williams quitan peso a los deseos de los jugadores de ver una segunda parte de este juego de acción que a pesar del sufrimiento de sus creadores cuenta con un nutrido número de seguidores.