The Legend of Zelda: Breath of the Wild para Nintendo Switch y Wii U es un videojuego plagado de secretos y de situaciones que se deben vivir invirtiendo un buen surtido de horas en la partida. El juego de Nintendo está plagado de elementos ocultos y de sorpresas que se han diseñado durante años y que no siempre tuvieron la forma final.
Las semillas Korok
Hidemaro Fujibayashi, director del juego, ha explicado en una reciente actualización del blog japonés de la serie de Link que las semillas Kolog, uno de los coleccionables disponibles, pudieron ser muy diferentes, ya que en un primer momento el equipo creativo las concibió como rocas que estaban dispuestas en diferentes zonas del mapa de forma oculta.
Las semillas, que se pueden encontrar repartidas por el mundo de Hyrule y son 900 en total (las tienes todas localizadas en nuestra guía) iban a tener una forma más cercana a un pedestal que recordaba al lugar donde se deposita la Espada Maestra en The Legend of Zelda: Skyward Sword.
Sin embargo, el equipo de desarrollo encontró más divertido que las semillas estuvieran vinculadas a estas criaturas que pudimos ver en The Legend of Zelda: Wind Waker con el objetivo de hacer la exploración del mundo y el descubrimiento de secretos más amenos para el jugador. Así fue como se apostó por la forma definitiva de estos coleccionables en la versión final del juego.
Ahora, con el primer descargable de The Legend of Zelda: Breath of the Wild que se lanza a finales de mes, Nintendo prepara la llegada de una máscara Kolog para Link, uno de los nuevos extras para el juego.
