La celebración del Festival Tribeca nos ha dejado con varias opiniones interesante sobre la unión entre el cine y los videojuegos. Una de ellas es la de Hideo Kojima, padre de la saga Metal Gear que estaría encantado produciendo su propia película tras Death Stranding, y otra la valoración que realiza Sam Lake, creador de Alan Wake y Quantum Break.
El cine y los videojuegos
Para Lake, los videojuegos y el cine son formas artísticas que van de la mano y que pueden fusionarse "de formas muy sorprendentes". "Creo que se pueden llegar a unir de forms muy sorprendentes. Lo bueno de tener diferentes medios es que puedes tomar lo mejor de los dos. Es como una tienda de caramelos. Estamos en un mundo feliz donde tenemos a nuestra disposición muchos tipos de entretenimientos", explica el diseñador y guionista.
El director de Quantum Break, que también puso rostro a Max Payne en sus primeras entregas, y responsable de la desarrolladora Remedy, no cree que el videojuego y el cine tengan que fusionarse de forma obligatoria, pero sí confía en que ambos medios pueden ir de la mano para ofrecer experiencias narrativas profundas a los jugadores que aman las buenas historias.
Desde sus inicios, tanto Lake como Remedy Entertainment han apostado por ofrecer experiencias narrativas para los jugadores. Con su último proyectos siguieron el camino de las tendencias transmedia combinando la acción del videojuego con una serie de televisión en la consola y el PC.
