El controvertido Samsung Galaxy Note 7, destinado a ser el smartphone insignia de la compañía, fue objeto de uno de los mayores y más sonados fallos de fabricación de los últimos tiempos. Debido a un problema en las baterías, Samsung se vio obligada a retirar millones de terminales que explotaban o incendiaban debido al citado error. Ahora, esas unidades, revisadas, podrían volver al mercado.
Impidiendo un problema ecológico a nivel mundial
Samsung ha realizado un informe sobre cómo intentará evitar que esta masiva retirada de unidades y de materiales se convierta en un peligroso problema medioambiental. No obstante, asociaciones como Greenpeace han alertado del peligro que presenta la acumulación de smartphones en sus almacenes o la destrucción no ecológica y sostenible de los mismos.
La empresa surcoreana ha comenzado a retirar ciertos componentes y elementos del Note 7, que podrían acabar en un nuevo y rediseñado terminal -libre de fallos, lógicamente- que utilice gran parte de la tecnología del fallido teléfono. Samsung no ha dado más detalles, pero es probable que utilice la estrategia de reacondicionamiento para buscar una salida comercial, distribuyendo estas nuevas unidades en mercados concretos. Pronto darán nuevos detalles. Hace unos días, se presentaba el Samsung Galaxy S8 y S8+.
