Valve es una de las compañías desarrolladoras de videojuegos más atípicas de todo el ocio digital, y no lo decimos por la eterna demora que arrastra Half-Life 3, sino por la filosofía de empresa que practican.
Ya hace unos años salió a la luz un manual de comportamiento de los trabajadores de la empresa que fundó y dirige Gabe Newell en el que aparecían políticas bastante favorables para el empleado.
El jugador, centro de atención
Ahora es el propio Newell quien en una entrevista con Gamasutra ha querido destacar algunos de los puntos claves de la filosofía de Valve a la hora de producir videojuegos y elegir el presupuesto para ello.
El presidente de Valve es rotundo. En su compañía no se dejan guiar por cuestiones monetarias. Lo que delimita el camino que toman es cómo se beneficiarán los jugadores de las decisiones tomadas.
"En Valve no tenemos un proceso de presupuestos. No nos guiamos por un grupo de personas que analizan cuánto dinero creen que va a costar hacer un juego y a partir de aquí deciden sobre los recursos", afirma.
Newell afirma que la economía de Valve "está basada en el tiempo de la gente" y en lo que tengan que aportar a los proyectos, de ahí que el personal rote con frecuencia entre los diferentes desarrollos.
Nadie reporta al jefe
"Ninguna de las personas que has visto hoy [desarrolladores] está trabajando en esos proyectos porque alguien se lo haya dicho. Todo el mundo trabaja en proyectos porque creen que pueden aportar", añade.
La prioridad, insiste Newell, es conseguir que todo el personal piense en los consumidores y en cómo van a emplear su tiempo para mejorar la experiencia del usuario, todo en un entorno de libertad.
Para acentuar esta filosofía donde todo el mundo tiene algo que decir, el presidente de Valve desvela que nadie está obligado a entregarle informes de progresión mensuales o análisis similares.
"No tenemos informes mensuales. Nadie dice que tiene que reportar a Gabe sobre el progreso de algo. La realidad es que a los únicos que tienen que dar cuentas es a los consumidores", sentencia el directivo.