Uno de los juegos de Kirby que nunca llegaron al mercado fue Kirby no Omacha Hako (lo que se traduciría como Kirby's Toy Box), un recopilatorio de diez minijuegos diferentes que fue producido originalmente para Satellaview.
Restaurando cuatro minijuegos perdidos
Matthew Callis y una red de preservadores consiguieron encontrar cuatro de estos minijuegos (Circular Ball, Cannon Ball, Pachinko y Arrange Ball) en las manos de un comprador de la prefactura de Ishikawa de Japón.
Estos títulos fueron subastados y el equipo de Frank Cifaldi (otro preservador) consiguió reunir el dinero suficiente a través de las redes para hacerse con todos ellos. El coste total ascendió hasta los 85.500 yenes (unos 747 euros al cambio).
Ahora, con los cuatro minijuegos en su poder, Cifaldi y otros expertos en la materia van a trabajar en restaurarlos y compartirlos en las redes para que sean jugables en emuladores y los usuarios puedan comprobar por sí mismos cómo eran estos juegos, una labor que consideran como "un servicio a la comunidad".