El sistema de stream de vídeo Twitch, que tuvo un enorme éxito con las partidas colectivas de los juegos clásicos de Pokémon en 2014 (y retos adicionales posteriores, como hacerse con los 151 originales en 2015), se ha sumado a la fiebre Pokémon Go.
Lógicamente, llevar este juego a este formato de juego colectivo en el que cantidades ingentes de usuarios introducen comandos sin ninguna jerarquía definida, supone retos diferentes a los de otros títulos.
Para empezar, es un juego con pantalla táctil y no controles tradicionales, lo que modifica cómo responde a los comandos que se introducen en el chat de Twitch por parte de los usuarios. Además, apuesta por la realidad aumentada y la geolocalización.
Para adaptar el sistema de control a la pantalla táctil se ha diseñado una suerte de cuadrícula que divide la pantalla de tal manera que se identifica con códigos claros cada sección de la pantalla. Así, los participantes en el chat pueden escribir en qué lugar de la pantalla quieren "tocar".
La partida empezó en el Central Park de Nueva York y desde entonces ha ido evolucionando y moviéndose. Por supuesto, los datos de geolocalización se introducen falseados en el juego de manera que -evidentemente- no hay nadie recorriendo las calles. Esto indica que el juego ha sido modificado de algún modo, por lo que podrían tomarse medidas por parte de Niantic o Nintendo al considerar que se ha vulnerado su código.
"Si Niantic o Nintendo desean prohibir esta cuenta con la que está jugando Twitch, son más que bienvenidos a hacerlo, pero asumimos que entienden que esto está hecho con la simple intención de divertir", indican los responsables de este canal.
En el momento de publicación el stream pero no parece que se deba a medidas contra el mismo.
