En los últimos días, el extinto Lionhead Studios está siendo el centro de la actualidad del videojuego. Tras conocer hoy su fallido proyecto para dar forma a Fable 4, y tras recoger las declaraciones de Peter Molyneux, hoy MCV se hace eco de una nueva polémica en el seno del equipo con respecto al desarrollo de Fable III para Xbox 360.
A raíz del extenso especial elaborado por Eurogamer, surgen nuevas desavenencias entre Microsoft y el equipo de desarrollo, revelando los problemas que tuvieron en Lionhead Studio con la empresa de Redmond por querer incluir una mujer negra homosexual como protagonista y portada para Fable III.
"Ya sabes, el juego no está indicado para críos de ocho años", explica John McCormack, director artístico en Lionhead. "Es un juego que estaba hecho para adultos, así que no era realmente nuestro problema. Era el suyo", aclara. Gran parte de la polémica, vino cuando se desveló la portada del título que querían incluir desde Lionhead. El propio McCormack, lo explica: "Nos decían, 'no, no podéis poner alguien de raza negra en la portada, tampoco una mujer y tú quieres incluir una mujer negra en ella'. Yo les contestaba que ya lo sabía, pero que queríamos hacer un juego en el que el usuario pudiera ser el héroe que realmente quisiese".
Los argumentos, según McCormack, cayeron en saco roto. Desde Microsoft les contestaron que la portada debía ser cambiada. "No, lo sentimos. Debe ser un hombre blanco. Sabemos qué vende, y no hay más. La discusión puede darse por finalizada", recuerda el artista. Microsoft de hecho, argumentó que una de las películas de Disney con menos éxito, Tiana y el Sapo, había usado una protagonista de color negro. McCormack se sintió enfadado con la contestación que le dieron por teléfono, reconociendo que todo "acabó a gritos".
El propio artista, cree que no se entendió el concepto que querían presentar. "Fuimos el primer título de la historia en tener un matrimonio homosexual. Estábamos rompiendo barreras. Fable III tenía que ser un juego divertido a la par que maduro. No entendieron lo que estábamos haciendo y se quedaron con el típico hombre blanco con espada en la portada", finaliza.
Pese a estas desavenencias, McCormack reconoce que la relación con Microsoft fue más que positiva, ya que pese a las diferencias creativas, "estaban dispuestos a mantener la esencia, la magia y el particular sentido del humor británico del primer Fable", añade.
