Un nuevo estudio conducido por la Universidad de Oxford ha deducido que los efectos de los videojuegos sobre los niños del Reino Unido dependen de cuánto tiempo juegan y no de a qué se juega.
Así, afirman que aquellos que pasan más de tres horas al día jugando tienen mayor tendencia a ser hiperactivos y meterse en peleas que aquellos que juegan menos de tres horas. Eso sí, no han encontrado ningún vínculo entre los juegos violentos y los comportamientos violentos en los niños estudiados.
Otra parte del estudio desvela que tampoco hay relación entre los videojuegos y el rendimiento académico de un niño, y que aquellos que juegan regularmente en cooperativo o contra otros niños tienen "significantemente menos problemas emocionales o problemas con compañeros".
Podéis leer más sobre el estudio aquí.