Como os contamos en el pasado mes de mayo, Philips interpuso una demanda contra Nintendo, asegurando que está vendiendo productos de la familia Wii a sabiendas de que infringen diferentes patentes de aquélla.
La demanda original
Phillips se declaraba poseedora de una patente de un "dispositivo de control corporal virtual", que le permite al usuario manejar interfaces usando movimientos "intuitivos". De igual modo, se declaraba en posesión de una patente por la que Nintendo habría infringido el control de la interfaz con movimientos "intuitivos".
El problema, consecuentemente, pasa por el uso del Wii Remote, y si la ley le hubiese dado la razón a Phillips, ésta podría bloquear las ventas de Wii, Wii Remote, Wii U, Wii U GamePad, y Wii Mini, al menos en Norteamérica.
El acuerdo
Tras perder en junio el primero de los juicios, Nintendo apeló la decisión del jurado, y ahora ambas compañías han anunciado que han llegado a un acuerdo gracias al cual cada una podrá usar partes de las patentes de la otra, y consecuentemente Phillips dejará de solicitar la retirada de los productos de Nintendo.