Kickstarter ha anunciado un cambio en su política de uso para la financiación de proyectos. Esta actualización no introduce cambios fundamentales en su filosofía, pero sí persigue definir mejor qué se puede esperar de la actuación de quienes proponen proyectos y quienes deciden apoyarlos con su dinero.
No es la primera vez que Kickstarter introduce modificaciones en esta línea desde que se fundó en 2009 y tradicionalmente han seguido una orientación similar: ofrecer más garantías e intentar asegurar que los proyectos se hagan realidad una vez han logrado ser financiados.
Aunque, por supuesto, siempre va a haber un porcentaje de proyectos financiados pero que fracasan, con estos cambios Kickstarter espera fortalecer su plataforma. Los cambios se centran en la cuarta sección de los términos de uso de la plataforma.
Con estos cambios, se indica en Kickstarter que si un creador no puede llevar a término su proyecto debe seguir un modelo de conducta para intentar no frustrar a las personas que le han dado su dinero. Llegado el caso, según las normas, se espera que se den explicaciones completas de qué ha sucedido, en qué se ha gastado el dinero y, también, se prevé que se devuelva el dinero a las personas que lo soliciten. Se ofrece la alternativa de detallar cómo el dinero se empleará para terminar el proyecto de forma alternativa, lo que evitaría tener que devolver el dinero.
Por otro lado, la quinta sección de Kickstarter señala a quienes apoyen un proyecto con su dinero que las fechas de producción de los proyectos son estimadas y que Kickstarter no es la responsable de ejecutar el reembolso de su dinero en caso de que así se llegue a solicitar al responsable del proyecto: toda interacción debe realizarse entre quienes financian un proyecto y los responsables del mismo.
