Ayer os contábamos que Blizzard no consideraba que el 10 por ciento de GPU liberada por Kinect fuese la clave para que los juegos de Xbox One alcanzasen los 1080p, sino que los kits de desarrollo (los SDK) eran más importantes para conseguirlo.
Ahora, John Hight de Blizzard ha explicado que al principio tuvieron bastantes problemas para alcanzar la resolución FullHD en la versión de Xbox One de Diablo III: Reaper of Souls – Ultimate Evil Edition, por lo que decidieron dejarlo en 900. Tras el E3, Microsoft tachó esta resolución de "inaceptable", por lo que ambas partes se pusieron a trabajar en solucionarlo.
"Trabajamos con [Microsoft] directamente, y nos dieron una actualización del código para permitirnos alcanzar los 1080p", explicaba Hight.
Diablo III: Reaper of Souls – Ultimate Evil Edition ya está disponible.