Bloodborne es el nuevo juego del director Hidetaka Miyazaki, padre de Demon's Souls y Dark Souls. La publicación Famitsu ha entrevistado a Miyazaki sobre el juego y porqué se ha cambiado de ambientación, historia y jugabilidad cuando Sony ya tenía la licencia de Demon's Souls y por tanto se podría haber realizado una secuela directa.
"En 2012, antes del anuncio de PlayStation 4, Sony nos preguntó si estábamos interesados en hacer un nuevo juego para la nueva consola. Así que nunca lo consideramos Demon’s Souls II. Para nosotros, la idea de otra plataforma era atractiva y recuerdo sentir el entusiasmo de SCE por un juego nuevo".
La elección de la temática "se debe a varias razones. La primera es el combate. Estábamos pensando en cambiar el sistema por uno en el que entrases en batalla de manera más activa que con una espada y un escudo tipo Demon's. Adoptamos la idea de las armas de fuego, pero era un requisito que no se convirtiese en un juego de disparos, y la época victoriana encaja perfectamente. Es un tiempo en el que las imágenes de viejas armas aún se mantienen". Además, sólo serán efectivas a corta distancia, perderán mucho poder con enemigos lejanos.
"Los enemigos son fuertes y agresivos, si esperas de manera pasiva a responder serás matado y comido. Debes avanzar activamente. Cuando digo activamente podrías pensar que el jugador es más fuerte y los enemigos más débiles que en Demon's Souls, pero no es el caso". Miyazaki comenta que aunque la defensa básica es una opción, será menos importante que otros aspectos.
Bloodborne está previsto para la próxima primavera en PlayStation 4.