Carl Ledbetter, el diseñador de Xbox One, ha asegurado que la nueva consola de Microsoft tuvo alrededor de 75 diseños distintos antes de que la compañía se decidiera por el que todos conocemos.
Además, se desarrollaron 200 diseños distintos para el mando de la consola, así como más de 100 versiones distintas del nuevo Kinect. En total, todo el proceso de diseñar la consola les llevó dos años completos. Tal y como podréis suponer por los números, lo que más problemas le dio al equipo de diseño fue el mando, ya que consideraban que era muy difícil de mejorar.
De hecho, Microsoft no les encargó mejorarlo, ya que creían que estaba perfecto y temían una respuesta negativa hacia él si le cambiaban algo. En total se usaron más de 1.000 pares de manos distintas para evaluar su diseño y que los gatillos transmitieran las sensaciones correctas.
Xbox One se puso a la venta el pasado mes de noviembre a un precio de 499 euros y sus ventas ya han superado los tres millones de unidades en todo el mundo.
