China ha levantado temporalmente la prohibición de consolas extranjeras en su territorio, permitiendo que Sony, Nintendo y Microsoft puedan entrar en un nuevo mercado para expandir sus sistemas, una medida que podría revitalizar la industria.
El país ya había anunciado que en 2014 se tomaría esta decisión que elimina un veto que data del año 2000, cuando el Gobierno chino llegó a la conclusión de que los juegos tenían un impacto negativo sobre los jóvenes de la nación.
Todavía no se han hecho declaraciones oficiales desde ninguno de los fabricantes de consolas, pero se espera que pronto se den fechas de lanzamiento.