El informe oficial del tiroteo de Sandy Hook, en el que un asaltante armado terminó con la vida de 27 personas entre niños y trabajadores del centro escolar de primaria Sandy Hook Elementary School, descarta cualquier vinculación con los videojuegos. En su momento, hubo acciones públicas como la destrucción de videojuegos e incluso llegó a evaluarse un cambio legislativo nacional contra la industria del videojuego.
Los hechos tuvieron lugar en diciembre de 2012, cuando un asaltante armado entró en la escuela y abrió fuego indiscriminadamente. Según el informe, hecho público por la fiscalía estatal de Connecticut, "el asaltante actuó solo y es el único responsable criminal de sus acciones de ese día".
Sí se señala como posibles causas de su acción que "tenía importantes problemas mentales que, aunque no afectan a la criminalidad de su estado mental para sus acciones ni su responsabilidad sobre la mismas, afectaban a su habilidad para desarrollar una vida normal y para relacionarse con los demás, incluso con sus personas más cercanas".
De la misma manera, el informe señala que "estaba familiarizado con armas de fuego y contaba con acceso a armas y munición, además de contar con una obsesión con asesinatos de masas, particularmente el tiroteo de Columbine.
El informe no realiza ninguna referencia a los videojuegos como posible causa, detonante o instigador de sus acciones, aunque es sabido que tenía una extensa colección de videojuegos y que realizaba sesiones maratonianas con títulos como Dance Dance Revolution.