Mark Rubin, productor ejecutivo de Call of Duty: Ghosts, ha explicado que la decisión de abandonar la resolución de 1080p en Xbox One en favor de la de 720p se produjo "hace un mes", debido a que no "no podíamos mantener la tasa de imágenes por segundo donde queríamos".
Explica que "no fue una falta de esfuerzo, ni nada de última hora. Estuvimos trabajando sobre hardware no final durante mucho tiempo" y los diferentes cambios en el hardware final impidieron alcanzar la optimización necesaria.
Rubin explica que es complicado lanzar el primer juego para una nueva consola, aunque asegura que "ambos [en Xbox One y PlayStation 4] lucen genial. Algunas personas pueden notar [la diferencia] si tienen las dos versiones una al lado de la otra. Otras personas quizás no. El de Xbox One emite a 1080p, sólo que reescalado por hardware", comenta.
Xbox One contará el día de su lanzamiento con este nuevo Call of Duty.