Aunque el nuevo Infinity Blade III promete ser al menos el doble de extenso que su predecesor, y muchas veces superior en contenidos al original, Chair Entertainment, el estudio responsable, explica que crear esta tercera entrega -que promete ser uno de los primeros buques insignia gráficos del iPhone 5S- no ha sido mucho más caro que crear el original.
Donal Mustard, responsable del estudio, ha explicado que es un juego que lleva en desarrollo un año (frente a los seis meses de su predecesor) porque "queríamos incrementar sustancialmente los objetivos y ver hasta dónde podíamos llevar no solo los dispositivos, sino también saber cuánto juego puedes crear en un dispositivo", explica.
Aunque el ejecutivo no ha dado cifras concretas sobre los costes de este título, sí explica que no ha sido mucho más que lo que costó el original, que sabemos que fueron 2 millones de dólares. "Un poco más, pero no mucho", afirma. "Hacer un juego de Infinity Blade no es tan caro como hacerlo en consola, pero no es tampoco barato".