Dead Rising 3 nació como un proyecto para Xbox 360, pero cuando el equipo llevó la consola a sus límites decidió que debía pasarlo a la nueva generación, según ha explicado Mike Jones, productor del juego en Capcom Vancouver.
Esto se debe a que durante el proceso creativo ya concibieron un título "exponencialmente mayor" que las anteriores entregas. "Nuestro equipo técnico se asoció con Microsoft para tener acceso temprano a las características de la consola", ha dicho Jones, quien explica que tanto el equipo de Capcom como el de Microsoft trabajaron para optimizar el juego.
"Nos visitan cada semana. Nosotros vamos a verlos de vez en cuando. En esencia hemos trabajado juntos". De hecho, jones explica que el equipo técnico de Microsoft incluso ha colaborado con ellos para construir algunas de las tecnologías empleadas para procesamiento en la consola además de "todas las cosas de Kinect".
