Aunque la comunidad científica ha declarado en varias ocasiones que ninguna investigación respaldada con los criterios de calidad que se aplican en el ámbito de la investigación ha logrado demostrar vinculación alguna entre comportamientos violentos y videojuegos, la policía de Escocia tiene una opinión diferente.
Un chico de 14 años ha confesado que le ha cortado el cuello a otro chico, de 13 años, que había conocido en una partida en línea del videojuego
Andrew Brown, el fiscal que lleva el caso, afirma que "el policía que lleva la investigación ha dicho que opina que los violentos videojuegos que jugaba en línea el acusado pueden haber sido una influencia en su conducta".
Brian Docherty, presidente de la federación de policías escoceses, es de la misma opinión, aunque se centra sobre todo en que los niños no deberían jugar con videojuegos para mayores de edad sin el conocimiento de sus padres. "Estos juegos para mayores de 18 años no deberían ser jugados por niños tan pequeños, pero el juego en línea puede estar más allá del conocimiento de los padres", afirma, pese a que el juego hay que comprarlo y las consolas tienen sistemas de control parental. "Tenemos que ver qué podemos hacer para parar esto".
Microsoft recuerda que su consola tiene controles parentales para controlar el acceso a contenidos violentos.
