La divertida locura que firmaron los chicos de People Can Fly llamada Bulletstorm tuvo una secuela prevista, y Adrian Chmielarz, el fundador del estudio, asegura que tenía algunas ideas que habrían hecho el juego fuese increíble.
"La cosa es que nosotros sí queríamos hacer Bulletstorm 2, y de hecho teníamos un concepto y todo. Creo que habría sido un juego increíble", explicaba para posteriormente añadir que habrían solucionado problemas de juego original.
Chmielarz cree que uno de los problemas de Bulletstorm fue la campaña publicitaria, la cual califica de "mala". "Es culpa mía por básicamente disfrutarlo demasiado", confiesa.
"Al principio pregunté '¿podemos venderlo como un juego de acción y aventuras, una montaña rusa de ciencia ficción, y no como un juego estilo Bad Company 1 con tonterías y bromas?' Pero luego me enseñaron algunos materiales publicitarios, me hicieron mucha gracia y dije 'venga es divertido, vamos a hacerlo'... y esto fue un error", concluye el fundador de People Can Fly.