Jay Wilson, el antiguo director de Diablo III, ha admitido que la Casa de Subastas fue una mala idea, asegurando que "le ha hecho mucho daño al juego".
Según ha explicado, antes de que Blizzard lanzara la esperada tercera entrega de esta saga, la compañía pensaba que su inclusión ayudaría a reducir los fraudes, que solo sería usada por un pequeño porcentaje de jugadores y que los precios se verían limitados por el número de objetos que se pusieran a la venta. Sin embargo, cuando el juego llegó a las tiendas se demostró que Blizzard se había equivocado en estos dos últimos puntos.
Debido a eso, conseguir dinero se convirtió en un incentivo mucho más importante y atractivo para los jugadores que el matar al propio Diablo, dañando la importancia de conseguir objetos valioso de los enemigos. "Creo que la desactivaríamos si pudiéramos", dijo Wilson, aunque asegura que no es un problema tan fácil de solucionar, ya que admite que Blizzard no sabe cómo los jugadores reaccionarían ante una decisión como esa.
Finalmente, Wilson habló sobre el estado actual del juego, y según los datos que ha ofrecido, mantiene una base de más de un millón de jugadores diarios y de tres millones mensuales.
