Muchos conoceréis Virtual Boy, el primer intento serio de Nintendo por acercarse a las 3D pero que los llevó vender muchos millones menos que con su segundo intento, es decir, con su última portátil Nintendo 3DS.
En el E3 de 1996 se mostró Bound High, un juego que, a causa del fracaso de la consola no llegó a comercializarse. Como suele suceder, este tipo de juegos se convierte en un oscuro objeto de deseo y, dieciséis años después ha conseguido materializarse.
Gracias a un equipo de tan sólo tres personas han conseguido dar forma a unas escasas unidades de Retro Bound, totalmente compatibles con Virtual Boy y que se convierten en un auténtico objeto de coleccionista de manera inmediata.
El juego en sí consiste en saltar sobre plataformas que se rompen mientras cogemos objetos, con una cámara cenital y saltando hacia la pantalla para enfatizar el efecto 3D.
